lunes. 06.05.2024

Los ceutíes, como cualquier otro grupo humano más o menos numeroso, podemos tener unos rasgos de personalidad comunes que nos diferencien de otros colectivos. Para lo malo -estarán ustedes pensando en la apatía, el derrotismo, el complejo de inferioridad con respecto a lo que venga de fuera- pero, también, para lo bueno. Y en este sentido, también tenemos derecho a estar 'encantados de conocernos' alguna vez. Por ejemplo, cuando hablamos de solidaridad.

No hay causa que no necesite la ayuda ajena que en Ceuta no encuentre reflejo. Y bien lo saben en el Centro de Transmisión de Tejidos y organismos de Jerez de la Frontera, en Cádiz. "Necesitamos 200 bolsa de sangre diariamente. Ayer por la tarde, recogimos 160 y esta mañana, al llegar al Auditorio del Revellín ya teníamos gente en cola". Quien así habla es Gloria Rivero, coordinadora de dicho centro que no rehuye la broma: "cuando los ceutíes te dicen que son amigos y te dan la sangre, es literal".

Hay cambios en la frecuencia habitual de dos meses y un día entre donación y donación: la próxima ocasión será en mayo y, de ahí, al 16 y 17 de julio, avanza. "Son unos reajustes", justifica Rivero. Reajustes que llegan justo antes de una época, como es la del verano, en la que se realizan las últimas cirugías programadas antes del periodo vacacional. Un período, por desgracia, pródigo en accidentes de circulación. No hace falta explicar más...

Rivero explica que las bolsas "se dividen en plaquetas, hematíes, sangre... cada cual conservada a distintas temperaturas. Pero no necesitamos más de sangre que de plaquetas o viceversa".

Y entre los donantes, distintas historias. Por ejemplo, la de Jesús, un extremeño afincado en Ceuta desde hace años y que afirma que fue consciente de la importancia de donar sangre "cuando mi hermano falleció como consecuencia de un cáncer hace treinta años. Desde entonces, siempre procuro donar, porque además me siento bien conmigo mismo".

Es el caso, también de Víctor. Este nos confiesa que "mi gran travesura de adolescente" tuvo que ver con las donaciones sanguíneas. Ojalá todas fueran así: "soy hijo de una donante, y cuando era menor de edad estaba obsesionado con serlo yo también, al punto de que llegué a falsificar mi firma para aparentar que tenía 18 años en vez de 17". Estas personas, y otras, están a fin de cuentas donando vidas. Un personaje de Los inocentes' (David Baldacci, 2012): "Cuando una persona te salva la vida, eso ya te dice mucho de ella". Pues eso..

Ceuta, "de récord" en cuanto a las donaciones de sangre