Hay algunas verdades en Carnaval que empiezan a ser axiomáticas. Una de ellas es que el Dominguito siempre empieza tarde. Lógico: la cita es al mediodía posterior al COAC, que últimamente suele ser más largo que un domingo sin dinero. Así que los grupos acuden con las sábanas pegadas -alguno no se ha quitado el tipo-, y con la relajación propia de que el examen al que se someten las agrupaciones que van a Concurso ya ha concluido.
Así que el ambiente en el Poblado Marinero era de resaca, carnavalera y en algunos casos de la de toda la vida. Comentarios: los típicos. Que si el fallo del Jurado -punto a favor, por cierto, que acudan disfrazados-, que si el nivel o los comentarios sobre la Final del Falla. Que con tanta copla en 48 horas aún no ha habido tiempo para digerirlas.
Sensaciones generalizadas: el pelotazo de este 2020 se llama "El Valle de los Caídos". Algunos miembros del grupo comentan que "el popurrí, de un cuarto de hora, se hace corto". Y destacan la emotividad "de rescatar ese trozo de nuestra historia, desde el Terramar hasta el Auditorio" con todo lo que se ha pasado. Y es que tras la larga noche de la censura, que la hubo, Don Carnal salió del escondite un día de hace ya, casi, cuarenta años.
Paella, ensaladilla rusas, refrigerios y abrazos muchas ojeras y los primeros proyectos para el Carnaval 2021 que empiezan a escucharse. Crónica de un domingo de carnaval.