jueves. 25.04.2024
100 AÑOS DE LA LEGIÓN

Francisco Javier Bartolomé: “el legionario es legionario hasta el último día”

Este domingo se cumplen cien años desde que el primer legionario se alistara en las instalaciones del Cuartel del Rey, un siglo desde que La Legión naciera como unidad. Estaba previsto que este Centenario pudiera celebrarse por todo lo alto, con actividades y actos compartidos con la sociedad que sin embargo han tenido que ser cancelados a causa de la pandemia. De todo esto, del trabajo diario de los legionarios, y de cómo ha cambiado el Ejército charlamos con Francisco Javier Bartolomé, coronel del Tercio Duque de Alba 2º de La Legión.

La legion cumple un siglo de vida y el año pasado estábamos en esta misma sala hablando lo que iba a ser este Centenario, sin embargo la pandemia del coronavirus nos ha cambiado los planes y aunque se va a seguir celebrando y conmemorando internamente, no va a tener ese aspecto social previsto ¿Cómo lo están viviendo?

 

Por desgracia esto es una pandemia que afecta a todos los españoles y La Legión como parte de la sociedad española está siendo afectada de la misma manera. Nosotros intentamos preservar nuestras capacidades para que cuando nos necesiten para cualquier actividad que el mando nos ordene con respecto al apoyo a las autoridades civiles en la lucha contra el COVID estemos en las mejores condiciones.

 

Esto ha condicionado todo. De las actividades que habían sido previstas para el centenario, algunas, las que exigían menos participación pública, se han podido seguir desarrollando, pero otras se han tenido que reprogramar, de tal modo que están todas previstas pero sin fecha fija de ejecución, debido a que la situación ahora misma no es propicia para que haya concentraciones de personal y nosotros no podemos ser parte del problema ni provocar, por una formación o algún acto, una propagación indeseada de coronavirus.

 

Es una pena porque a nosotros nos gusta que de nuestros actos y formaciones participen los amigos de la Legión, la familia legionaria, pero somos conscientes de las circunstancias en las que estamos y tenemos que adaptarnos.

Ha pasado un siglo desde la fundación de La Legión y el Ejército en cien años ha cambiado de forma radical. Nos encontramos con un Ejército moderno y que participa con la sociedad de forma activa, por ejemplo en una cuestión tan básica como ha sido protegernos de la pandemia ¿Cuál ha sido el trabajo que han desarrollado?

 

Una de las características de La Legión desde que se fundó es su capacidad de adaptación y su permanente disponibilidad. Esas son las dos características más importantes de La Legión y del Ejército en general y nosotros como componentes en el Ejército de tierra bebemos de esas dos capacidades.

 

Por ello, a lo largo de estos 100 años nos hemos adaptado. Igual que la sociedad española ha evolucionado, La Legión en si ha evolucionado. Es cierto que La Legión fue creada como una unidad de combate, porque en ese momento se necesitaba que una unidad de choque participara en la Guerra de Africa en las circunstancias en las que estábamos, pero eso ha ido evolucionando. Eso sí, lo que no ha perdido en ningún momento es esa permanente preocupación por la instrucción y el adiestramiento, para estar preparados siempre para aquellas misiones que nos puedan encomendar, y esa adaptación a los nuevos escenarios, siendo un ejemplo perfecto la adaptación a las misiones que se nos han encomendado en la pandemia del COVID-19.

 

Nosotros hemos hecho todas las misiones que se nos han encomendado, desde apoyo logístico a todas las unidades de apoyo logístico de la plaza, como la ULOG-23 cuando nos lo ha pedido, a control de fronteras en colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, o patrullaje por las calles de la ciudad para informar y verificar que se cumplían las medidas de contención de la pandemia. Prácticamente en todas las misiones que se han desarrollado en la operación Balmis las hemos realizado cuando así se nos ha requerido.

Lo cierto es que La Legión es una unidad admirada allá por donde pasa. El llamativo vestuario, su participación en expresiones culturales como la Semana Santa... hacen que exista un reconocimiento social que se palpa ¿Qué se siente ante el mismo?

 

Es mucho orgullo. La verdad que ser queridos por la población española es para nosotros una gran satisfacción. Ser legionario no es fácil, cumplir el Credo Legionario todos los días, la instrucción y adiestramiento... eso no lo ve la sociedad española. El día a día de un legionario es muy duro y esas pequeñas oportunidades que hay de que la sociedad española de motu propio reconozca la labor de los legionarios, pues es un orgullo.

Entre tanto, continúa el trabajo diario, de hecho se preparan para una próxima misión en el extranjero, aún sin fecha precisamente a causa de la crisis sanitaria ¿Cómo es ese trabajo del día a día? ¿Cómo se prepara un legionario?

 

Los legionarios tienen un apretado programa de instrucción y adiestramiento, por eso son legionarios, y empiezan la mañana con instrucción físico-militar. Todas las mañanas es una tarea habitual de los legionarios instruirse en el aspecto físico con diferentes actividades como carrera continua, circuitos de fuerza, de velocidad... todas las vertientes deportivas que propicien que el legionario esté en la mejor condición física se hacen a primera hora de la mañana.

 

Luego se corta se hace un pequeño alto, para la ducha y ya prepararse para la instrucción de combate y ya se sale, entre tres y cuatro horas, a hacer instrucción de combate, esa es la instrucción de campo que se desarrolla bien en nuestras propias instalaciones o bien en el campo exterior, aprovechando las oportunidades que nos da el campo exterior de Ceuta. Ahí es donde practicamos nuestras técnicas, tácticas y procedimientos.

 

Finalmente, a ultima hora de la mañana se realizan labores de mantenimiento y también las tareas de instrucción moral y militar. Es importante siempre propiciar esos valores morales que son la base de cualquier combatiente, no solo es instrucción física e instrucción de campo, sino también recordar nuestra historia, ver ejemplos históricos de la práctica de esos valores militares, para que la gente los interiorice y tenga una buena base moral como tiene que tener todo combatiente.

 

Es instrucción física, instrucción de combate e instrucción en los valores militares

Antes de finalizar le quiero pedir que lance dos mensajes, el primero a quienes han pasado por las filas de La Legión y ya observan los toros desde la barrera, y el segundo a esos chicos y chicas que puedan estar viéndonos y piensen que ellos podrían ser unos buenos legionarios ¿Qué les diría?

 

A todos los que han formado parte en activo de La Legión en algún momento darles nuestro agradecimiento porque si la Legión es hoy lo que es, es gracias también a su trabajo, tanto de los que estamos en activo como de los que en su día pasaron por aquí. La Legión si hoy es una unidad muy admirada y con un nivel de instrucción muy alto, también es gracias a ellos. Esta siempre es su casa, aquí el legionario es legionario hasta el último día y nosotros contamos con la familia legionaria como con uno más.

 

Y a los que en un futuro podrían estar interesados en engrosar nuestras filas, decirles que La Legión es un cuerpo duro y exigente pero es, a la vez, un sitio donde uno se puede realizar plenamente como militar y como persona. El Credo Legionario no te vale solo para lo militar, es un código de conducta que te vale también para la vida diaria, y ese compañerismo, ese sacrificio compartido es muy bonito vivirlo, por eso los que pasan por la Legión tienen siempre tan buen recuerdo y lo sienten ya para toda la vida.

 

Francisco Javier Bartolomé: “el legionario es legionario hasta el último día”