La vida de una persona puede cambiar radicalmente en una década. Es una obviedad, pero de la que puede dar fe quien hace diez años y esta mañana era foco de los medios de comunicación. Este martes, en su faceta de consejera de Juventud y Deportes. Hace diez años, por una gesta casi sin precedentes para el deporte ceutí.
El 9 de agosto de 2012, a las 21.00 horas saltaban a la piscina londinense de Stratford los combinados nacionales femeninos de waterpolo de Estados Unidos y España. Las norteamericanas eran las grandes favoritas, y así lo hicieron valer: solo un arreón final del combinado dirigido por Miki Oca (integrante, a su vez, del combinado masculino que tantas tardes de gloria diese a España en los 90) maquilló el resultado hasta dejarlo en un 8-5 definitivo. Hablamos de una final de los Juegos Olímpicos en la capital británica. Unos Juegos en los que brilló -casi da igual cuando se lea- Usain Bolt, en los que España estuvo más cerca que nunca de vencer al Dream Team de baloncesto y en los que era alcalde anfitrión el aún primer ministro británico, Boris Johnson.
Entre aquellas "guerreras", una ceutí: Lorena Miranda. Lorena, la ex deportista que recuerda aquel día como "muy emocionante y gratificante". Miranda, la consejera que ve difícil "regresar a la piscina algún día, pero nada se puede descartar".
"Normalmente siempre nos levantábamos, desayunábamos y hacíamos un entrenamiento light, de contacto con el agua. Ese día estuvimos dos horas antes en la piscina, y nos pusieron un par de vídeos. Uno de ellos, con las intervenciones de nuestros familiares deseándonos suerte".
Sin embargo, y pese a que no hay ninguna duda de la importancia de la presea de plata, en ese momento "salimos mal y decepcionadas. A fin de cuentas, acabábamos de perder. Luego, cuando nos subimos al podio se nos quitó la pena, y empezamos a darnos cuenta de la importancia de ser subcampeonas olímpicas", recuerda.
No hubo una gran celebración ni 'marcha por Londres': "Los accesos a la Villa Olímpica estaban muy restringidos y nosotras lo celebramos todas juntas, en ese lugar". Un mal sabor, el de la plata, compensado con creces un año después al ganar el Mundial de Barcelona en la mítica piscina Picornell. La imagen de la Sagrada Familia al fondo fue testigo de un triunfo dorado para una generación única en el waterpolo nacional.
Lorena Miranda no solo fue la primera medallista ceutí en 36 años, sino la primera mujer ceutí en participar en la máxima cita del deporte munidal. A punto estuvo de hacerlo, en la modalidad de esgrima, Susana Román en Barcelona 92. Una inoportuna lesión acabó con el sueño olímpico de la ex consejera. Sueño cuyo último testigo recogió, sin medalla pero con una dignísima actuación, Isabel Contreras en Tokio 2020. La lista de olímpicos ceutíes en verano la completan el nadador Antonio Pérez Cospedal (diploma en Tokio'64), el piragüista José Ramón López Díaz Flor (plata en Montreal 76), y el waterpolista Guillermo Molina (cuatro diplomas en Atenas'04, Pekin'08, Londres'12 y Río'16). Nacidos en Ceuta, pero sin arraigo en la ciudad, el futbolista Francisco Espíldora (México 68, eliminado en primera fase) y Fernando Font. El considerado como padre del baloncesto en España fue uno de los técnicos -Antonio Díaz Miguel ya andaba por ahí- que consiguió que la Selección nacional compitiese en Roma '60. En la parcela técnica otro piragüista, Fuad Bochta, estuvo presente en Tokio'20 pero dirigiendo a un palista de Belice.