Balón de oxígeno para Luis Manuel Rubiales. El presidente -suspendido por la FIFA- de la Real Federación Española de Fútbol no podrá ser suspendido por el Consejo Superior de Deportes, tras el dictámen emitido hoy por el Tribunal de Arbitraje Deportivo. El TAD no deja indemne a Rubiales, pero hay un matiz jurídico que supone un salvavidas en las aspiraciones del ex futbolista del Levante de volver a presidir la RFEF dentro de tres meses.
El matiz es, sencillamente, la ausencia de una palabra: muy. La Ley del Deporte considera que el CSD puede entrar a destituir a un presidente si previamente se ha cometido una falta muy grave. El TAD la deja, simplemente, en falta grave. Es decir: cierra la puerta a una posible intervención gubernamental en la sede federativa de Las Rozas.
Distinto es que la FIFA -del 'picogate' ha hablado ya hasta la ONU- si pueda suspender a Rubiales, al depender la RFEF de la Federación Internacional de Fútbol. Pero el Goboierno, a través del Consejo Superior de Deportes, no, tras el dictámen del TAD.
Algo parecía barruntarse en las últimas horas. Alguien bien relacionado con el TAD como el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, dulcificaba el discurso, al considerar que "mi amigo Luis Rubiales tendría que considerar su dimisión". Si no hay cambio de guión, pues, Rubiales presidirá la RFEF antes de que acabe el año. Otra cuestión es la investigación por otros motivos activada en los últimos días, y en la Justicia ordinaria, depare alguna suerte distinta al motrileño, del que desconocemos si será aficionado al tenis pero hoy ha salvado un 'match ball' en toda regla...
