El entrenador de la Agrupación Deportiva Ceuta FC considera que lo que están haciendo sus jugadores es "una puta locura". Así define José Juan Romero la situación actual donde los caballas son el mejor equipo del Grupo I en la segunda vuelta y tras sumar la quinta victoria consecutiva que dejan a los blancos a tres puntos de la salvación, cuando hace mes y medio estaban a catorce.
"Esto, además no es de causalidad. Me ha parecido un partido espectacular de fútbol, de dos equipazos. Nosotros hemos dominado todos los aspectos, los momentos y los tiempos, lo que nos dan cada vez que entran los jugadores que salen de banquillo, el grupo en general. No tendría calificativos para decirles nada, pero llegados a este punto, nos queda muchísimo todavía".
José Juan Romero considera que el plan de partido ha ido por lo que habían pensado que podía ser, con dos equipos ofensivos pero "sabíamos que podíamos hacer daño en las transiciones y así lo hemos hecho. Ha sido un partido de los dos equipos, pero creo que salvo la que saca Fabrizio, las situaciones de gol claras han sido del Ceuta. Como aficionado estaba viendo el partido y estaba disfrutando porque se estaba viendo un fútbol de mucho nivel, y creo que el aficionado o el que lo haya visto en la tele lo único que puede decir es chapó ante el partido de dos grandes equipos”.
José Juan Romero también ha recordado la fase de la temporada donde no salía nada de nada, con muchas derrotas seguidas pese al gran juego demostrado en muchos de esos partidos. "Pienso que la diferencia en situaciones dramáticas en la vida, que las he vivido, el deporte va unido. Hay dos opciones, si te lamentas, lloras y te hundes, o decides ir para arriba. Este equipo ha decidido ir para arriba y sin fisuras, no ha dudado ni el entrenador del equipo ni el equipo del entrenador. Perdíamos y seguíamos creyendo, porque el campo nos decía otra cosa. No lo decía yo, lo decían los entrenadores contrarios, la prensa, incluso la del equipo contrario. Sigue siendo muy difícil, pero sabía que el fútbol y la vida nos tenían que dar algo. No sé hasta cuándo o dónde llegaremos, dónde va a estar el límite de este equipo, pero sigo insistiendo en ese grito que me ponía los pelos de punta en el Murube cuando perdíamos, sigo diciendo lo mismo, que sí se puede”.
