Cuando hablamos de terreno portuario, el subconsciente por norma general nos viene a hablar de contenedores, gruas, zonas de atraque, etc. Cierto: pero terreno portuario es todo aquello situado en suelo gestionado, en el caso de Ceuta, por la Autoridad Portuaria. Es decir: desde el faro del Monte Hacho hasta el Parque Marítimo del Mediterráneo, incluyendo el Poblado Marinero o el Recinto Ferial Juan Carlos I.
La salvedad del párrafo anterior la introduce el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Manuel Doncel. Y es en la inauguración de las Jornadas de Arquitectura, que este año se centran en los edificios portuarios. El propio Doncel habla de "simbiósis entre el puerto y la ciudad como en pocos sitios de España".
Las jornadas, para las que aún quedan plazas disponibles al precio de dos euros, están abiertas "al público en general, y cobramos dos euros para asegurar las inscripciones", explica José Moya. Es el decano del Colegio de Arquitectos, que habla abiertamente de "visionarios" para referirse a sus primeros colegas de profesión que empezaron a ver las posibilidades del Puerto para albergar instalaciones o instituciones.
Lo dice en el corazón de uno de los edificios más importantes y señeros no solo del Puerto, sino de toda la Ciudad: la Autoridad Portuaria. Un edificio con forma de barco que es "santo y seña" de Ceuta. Pero ¿somos conscientes los ceutíes de lo importante de nuestros edificios? "Es cierto que en la inercia del día a día no nos paramos a pensarlo, pero yo creo que si, que somos conscientes del simbolismo" de edificios como ese, como el Edificio Trujillo o la Casa de los Dragones.
La primera jornada ha consistido en visitar la Autoridad Portuaria, pero también en la Torre de Control. Esta ha contado con un guía de excecpción: Javier Arnáiz Seco. Recientemente jubilado, fue el arquitecto que diseñó la obra. Y alguien a quien homenajean todos los presentes con cariñosas palabras. Entre ellos, el vicepresidente del Gobierno, Carlos Rontomé, que habla de "nuestro arquitecto, durante tres décadas". Doncel recuerda "algunas discusiones con el cuando yo era consejero de Fomento, pero siempre acababa aprendiendo algo de Javier".
