martes. 23.04.2024

 

Chile vive esta semana el 45 aniversario de los hechos más traumáticos de su historia. A primera hora de la mañana del once de septiembre de 1973, las tropas dirigidas por el general Augusto Pinochet se hacen con el control del país, bombardeando incluso el Palacio de La Moneda en la que el presidente Salvador Allende acaba suicidándose al final de la jornada tras una histórica alocución retransmitida por Radio Magallanes. Este domingo, se conmemora el mismo aniversario del asesinato del que, sin duda, es el principal símbolo de aquellos días de horror. El 16 de septiembre, el cantautor y autor teatral Víctor Jara era asesinado, tras ser torturado, en el mismo estadio nacional que hoy lleva su nombre.

 

El Palacio de la Moneda acogió, casi doscientos años antes, a un militar español de "toscos modales", al que determinados investigadores -Karen Vergara, que realizó una tesina sobre el personaje, por ejemplo- señalan como uno de los personajes más odiados de la historia de Chile, en clara "competencia" entre otros con el propio Pinochet: el ceutí Francisco Antonio García Carrasco.

 

Pero ¿quien era?. Nacido en Ceuta en 1742, se inició como tantos en la carrera militar. Tras varios destinos, acabó en Santiago de Chile, en su calidad de militar de intendencia. En el continente sudamericano le sorprenden el presidio de Fernando VII y los sucesos del dos de mayo. Pero el estaba a otros menesteres: se había convertido en un miembro destacado en las distintas intrigas palaciegas. En esto, ocurre la inesperada muerte de Luis Muñoz de Guzmán: uno de los gobernadores más queridos de la historia de Chile, debido a su impulso a actividades culturales y a obras públicos. Aquí entra en acción García Carrasco: haciendo valer su condición de militar de más graduación -tal y como mandaban las leyes- en el país, accede al Gobierno. Sin embargo, algunos estudios consideran que el ascenso del ceutí estuvo rodeado de no pocas trampas, conspiraciones y amenazas.

 

García Carrasco se convierte en la máxima autoridad chilena en 1806. Sin embargo, lejos del carisma de su antecesor, su mandato fue una sucesión de desgracias. La mala gestión agrícola o la aparición del bandolerismo hacen caer su popularidad, que recibe un golpe definitivo con el "Escándalo del Scorpion". Así se llamaba la fragata inglesa que, bajo la apariencia de cazar ballenas, tenía en sus bodegas telas inglesas que revender en el país andino. Enterados, un grupo de comerciantes chilenos trata de robar el preciado cargamento, por lo que piden ayuda a la Policía mandada por el ceutí. Este accede, a cambio de la nada desdeñable "mordida" del 85%, que garantizaba inmunidad aduanera. El hecho se salda con el robo de la mercancía de un modo sórdido: mientras los instigadores suben a bordo de la fragata para cambiar las telas por cobre, un grupo de soldados mandados por García Carrasco roban todo el material y fusilan a toda la tripulación.

 

Conocido el hecho por la población, esta se levanta en improperios y acusaciones tanto hacia los comerciantes como hacia el propio gobernador. Ello, unido a la situación de inestabilidad en España  -Fernando VII estaba en Bayona y el país bajo el reinado "bonapartino"- y la llegada a Chile de varios liberales derivó en la renuncia del Gobernador y que comenzase el proceso de independencia chileno en 1810. Dos años después, el que posiblemente sea el ceutí más odiado de la historia moría en Lima a la edad de 73 años.

 

 

García Carrasco: posiblemente, el ceutí más odiado de la historia