Cuentan las crónicas que Luis Miguel Gallego Basteri nació al estrellato cuando fue invitado a actuar en la boda de Paulina, hija del ex presidente mexicano José López Portillo. El 'Sol de México' contaba entonces con doce años. Con cinco menos, el ceutí Miguel Ramírez ha conquistado a todo un país.
No, no gana el primer premio -lo de Carla Vanessa Zaldívar no parece de este mundo: apunten este nombre como una de las grandes voces de este país en los próximos años-, pero demuestra aquello de la mejor esencia en los tarros pequeños. Se sienta al piano, toca una canción dificilísima del carismático Pablo López; actúa por primera vez con orquesta. Cierra los ojos y se come el escenario.
El programa no es en directo: lo desvela un jersey de Ana Mena -"me ha robado el corazón", dice la intérprete de 'Música Ligera'- o una invitación del consejero de Educación, Carlos Rontomé "para ver si te vemos en las Fiestas Patronales de Ceuta". No fue, pero en la ciudad hermana tuvo el privilegio de compartir escenario con una grande de la música nacional: el 5 de agosto cantaba junto a Estrella Morente en Melilla.
Miguel gana el corazón. "Tienes talento", le dice Dioni, de Camela. Omar Montes no puede disimular su asombro por un chico al que también se entregan el presentador Jesús Vázquez y María de los Ángeles Muñoz Dueñas, también componente del grupo que nació de las gasolineras al estrellato. Delante, un niño con cara y voz angelical abre la boca en un gesto de asombro cuando Rontomé y Vivas le mandan saludos; cuando sus padres y familiares hacen lo propio. Un niño que transmite ternura, inocencia y que tiene, si la suerte necesaria en cualquier faceta le acompaña, un futuro esplendoroso en esto de la música.
