sábado. 20.04.2024
COAC 2019

Una edición del COAC plagada de intensidad y emociones

Una nueva edición del COAC ha tomado al asalto las tablas del Revellín, de los torpes a las momias, de los “enchufaos” a los marinos, de la naufragas a tuaregs. “Pescaores” y chicas de los años 50, confusos noctámbulos y maquinistas, han contribuido cada uno a su manera, a que el Carnaval ceutí viva un año más de esplendor. Una tradición que no quiere morir, y que año tras año da muestras de ello con perlas de humor, sensibilidad, coraje y música, para que el Carnaval, siga adelante otra edición más.

El COAC comenzaba, como es tradición con la entrega de las Caballas de Oro que este año han ido a parar a manos de cuatro carnavaleros, “auténticas enseñas de las fiestas” tal y como las ha definido el presentado Juanjo Coronado: “Miguel Ángel Chellaram, Francisco Javier Pino, Manuel Alonso Panadero y Jesús Rodríguez “el canijo”

 

Una edición del Concurso que entre sus novedades ha contado por primera vez con una fila caliente reservada a las agrupaciones, de modo que distintas persona rotaban en los asientos para que no quedaran nunca vacíos.

 

‘Los que no valen ni pa esta escondio’ tuvieron el honor de abrir las actuaciones del COAC 2019. Los algecireños de Agustín Carlos González, estuvieron el año pasado con ‘Son frescas de la bahía’ y un año más, sorprende con su tipo y atrezzo, con letras sobre los torpes que al final cumplen sus sueños, coreadas por el público. Tanto como aplaudidas las letras sobre Marta del Castillo y las condenas a los asesinos, y derrochando humor, “cuñaos” o problemas con el wassap. Con Popurrí al Ikea para rematar y unos Reyes Magos de pijama. Despedida entre aplauso de estos ceutíes de adopción con una oda al que no se rinde y lucha hasta el final. Los sueños están hechos para cobardes.

 

‘Los venditos’ con letra de Quique Parodi y música de José María Durán, también algecireños, con tipo también de impresión, cantando a los que lleva vendan en los ojos, y tienen miedo a lo desconocido. Momias que desde el otro mundo arrancaron los aplausos cantando a disfrutar de la vida por los que no pueden. Una actuación especialmente sentida ya que el director de la comparsa enterró este viernes a su padre y aun así no quiso faltar a la cita en el Revellín. Letras contra el machismo y contra las vendas que atan la libertad de la mujer para decidir su propio destino. Los venditos le cantaron a luchar contra el miedo. Le cantaron a la vida.

 

Bernabé Sánchez y su Ovnimase cantan a los enchufes gracias al corazón de Juan Vivas, y las corruptelas como los desayunos de dos horas y medias. La Gran Vía o los MENA también han tenido cabida en las letras de Ovnimase. Tras regalar cascos al jurado, arrojaron ladrillos de goma espuma. “Arreglando” Ceuta, con la igualdad frente los “animales” que maltratan. La exhumación de Franco del Valle de los caídos ocupó el segundo cuplé.

 

‘Los del Ferry’ atracaba en el cuarto muelle, sin mucha necesidad de presentación después de su meritoria actuación en Cádiz. Con el tacatá estrechan las orillas con ese ferry al que su nombre hace alusión y que arrancó del público una de las mayores ovaciones de la noche. La penosidad del traslado para recibir tratamiento en Cádiz ha sido muy sentida en el primer pasodoble y puso a la gente en pie. En el segundo han agradecido el apoyo que le ha mostrado la gente, incluso por la calle tras su actuación en Cádiz. Otro momento de mayor esplendor lo vivió José María Vergara con la bandera de Ceuta en el centro del escenario. También le han cantado a eso que mueren en el estrecho buscando otra vida.

 

Justo antes del descanso las Naufragas de José Miguel Borrego, que más que tipo, lucían dos tipazos, comenzando con un número cómico. Policías y Guardias Civiles que pernoctan en el Hotel Ulises, fueron protagonistas del primer pasodoble de gran parte de la actuación. La Cuna de la Legión se coló entre las Náufragas. Una mención somnolienta sobre el pregón del año anterior y la aparición del Michael Jackson ceutí tuvieron también sus momentos en la actuación.  La anécdota del agente marroquí que le negó el saludo a Juan Vivas protagonizó otro momento de la actuación, llena de risas.

 

Tras el descanso, los Hijos de la Arena de Martín y Ramón Silva cantando “verdades del desierto al cielo”. La condena a la violación de la manada ha tenido fuerza en sus letras arrancando también ovaciones. Otro momento emotivo en el pasodoble a la madre con Alzheimer y la gente mayor del mixto. De las cualidades “gaditanas” de la comparsa se han oído “olés” entre el público. Los acordes entre el arabesco y el gitano acompañaron al tipo de tuareg de estos hijos del desierto. Y para terminar los vientos del desierto arrastraron los aplausos.

 

Con botes, olas entre el público y un ambiente de lo más animado, además de canciones, se esperó la salida de Caña de aquí, de Lolo Alonso, unos pescadores con caña y aparejo, “number one” del muelle España. El incidente del lavado del coche en el cementerio, la frontera, la inseguridad con los MENA entre sus letras. Los piropos, el machismo, o la cordura en la cuestión de la igualdad también han tenido su protagonismo. El bloque de las trabajadoras transfronterizas sin permiso de trabajo ha sido otro tema de las letras de ¡Caña aquí! Una gran defensa del tipo que arrastró al público. Viejos lobos que cayeron en las redes del Carnaval.

 

‘La comparsa de moda’ de Tamara, una nueva agrupación que se estrena este año como cuentan en la presentación, defendiendo el tipo ‘Años 50’. El maltrato y los asesinatos machistas han vuelto a ser el centro de las letras también de esta comparsa, con mucho sentimiento. El carnaval y las peleas estúpidas, amistades que se pierden también han tenido un hueco entre las letras “de moda”. El vídeo de turismo en Fitur y su coste escribió otro capítulo de las letras de esta comparsa nueva, como la corrupción en la política, o la inseguridad. Para ‘La comparsa de moda’ el carnaval es la fiesta de la libertad, y eso no es una moda.

 

‘La noche me confunde’, de Víctor Fernández, o la inclusión, en una chirigota “que viene desde Palma de Gran Canaria”, desde sus plataformas han predicado al orgullo del carnaval con tipo realmente  atrevido, celebrando las diferencias. Han homenajeado a Pepe Romero y a su barrio “el más chirigotero”. Han pedido a los padres que apoyen a sus hijos cuando se sienten diferentes, los protejan del bulling y de las mentes cerradas. Los trasplantes de pelo en Turquía han tenido un momento en sus letras. La inclusión de un Juan Vivas ha sido muy aplaudida. Popurrí sobre lo rápido que acabaron el Mercadona y lo que tarda la Gran Vía, casi para concluir. Las baldosas “asesinas” y la libertad de sentir la diversidad, en Ceuta. Valientes.

 

‘El tren de la vida’ de Pepito Sánchez Baglieto que también tuvo una muy meritoria actuación en Cádiz despidió la noche desde ese anden donde tantas cosan se han vivido. Invitaron al público a subir a ese tren de la oportunidad que pasa tan escasas veces. Han contado casi de inmediato con el calor del público para impulsar esa locomotora. Una crítica al gasto en la Gran Vía, y no arreglar la vieja estación de Ceuta. La visita de Ganesha a la Virgen de África o la condena de un maestro de los Agustinos le han valido críticas al obispo de Ceuta con respecto a la tolerancia. La amistad para concluir ese viaje del tren de la vida, para bajarse en la estación del que promete para conseguir el voto y roba al pueblo. Con fuerza y sin temerle a la vida despedir el carnaval.

Una edición del COAC plagada de intensidad y emociones