sábado. 20.04.2024

La mañana del 6 de diciembre de 2011, Ceuta se levantaba espantada por un atroz crimen: una joven de 24 años, original de La Línea de la Concepción (Cádiz) y estudiante de Enfermería era encontrada muerta en el domicilio que compartía con unos compañeros de pisos en la Avenida Marina Española. Había muerto estrangulada, tras recibir varios golpes y con signos de violencia sexual.

 

Fue detenido uno de sus compañeros de piso. Un personaje conocido; era portero de un conocido pub de copas y habitual de la noche ceutí. Alegó no recordar nada de lo ocurrido, en una declaración ante la Jefatura Superior del Cuerpo Nacional de Policía, tras la que quedaba detenido. Un par de años después era condenado a 14 años y medio de prisión.

 

El asesino -confeso y condenado- ha vuelto en la mañana de este miércoles al Palacio de Justicia. Ahí ha pedido conmutar el resto de su pena, de la que le quedarían cuatro años y medio, por una expulsión a su país de origen, Marruecos. Confiesa que ahí tiene una hija con la que no tiene contacto alguno desde hace años.

 

No quiere, y respondió así a preguntas de Fiscalía, cumplir el resto de la pena en una prisión marroquí: pide conmutarlo por la expulsión y no volver a España. Un país en el que la familia de su víctima, una joven que preparaba un examen de Enferemería, sigue recogiendo firmas para mantener la prisión permanente revisable.

 

Las fuentes consultadas por Ceuta Televisión señalan que, jurídicamente, es posible la petición del condenado. Depende, pues, de la Audiencia Provincial.

El asesino de una estudiante pide ser expulsado a Marruecos y quedar en libertad