jueves. 25.04.2024

La Asociación Elín ha presentado el informe "Un oasis en la frontera: 2010-2020" en el que da cuenta de algunos de los aspectos más destacados de su propia actuación en Ceuta durante la pasada década. Y también aporta algunos datos concretos. Según la entidad, 18.940 fueron los inmigrantes que llegaron a nuestra ciudad en ese período, principalmente procedentes del Magreb y el África subsahariana. La media, pues, es sencilla: 1.849 cada año.

Además, Elín introduce una interesante prospección sobre la edad media de los inmigranrtes. Según sus propios datos, la franja de edad comprendida entre los 18 y 35 años va creciendo conforme avanza la pasada década, hasta 2020, año en que las 770 personas que llegaron a Ceuta tenían, en su totalidad, la edad reseñada.

Por sexos, la llegada de inmigrantes es abrumadoramente masculina. Entre 2010 y 2020, el 93'9% eran hombres, el 5'7, mujeres y un 0'4% menores de edad, sin especificar el sexo. En lo referente a las nacionalidades, la mayoría proceden del Magreb o del África Subsahariana. Ahí también se aprecia un cambio a medida que avanza la década analizada: si en 2010 el 15% de los inmigrantes son cameruneses y no se contabiliza ningún marroquí, diez años más tarde la situación ha cambiado diametralmente: ese año, el del confinamiento,  el 49% eran originarios de Guinea Conakry, el 19% marroquíes y un 11% procedentes de Argelia, como nacionalidades más numerosas entre el colectivo de inmigrantes llegados a Ceuta.

Sobre este particular, la propia entidad señala que " En los últimos diez años, el rango de edad ha ido reduciéndose exponencialmente pasando de jóvenes adultos con estudios académicos superiores a chicos muy jóvenes, incluso menores de edad que no habían podido asistir a la escuela o la habían abandonado hacía algún tiempo. Otro cambio significativo ha sido el del proyecto migratorio. Por ejemplo, aunque para algunas personas de Camerún su destino fuera España, en realidad solía ser un lugar de paso; su objetivo fue y sigue siendo Francia"

Además, Elín también pone la lupa en la colaboración bilateral entre España y Marruecos en materia de inmigración, sobre todo entre 2018 y 2020, cuando los acuerdos entre ambos países para el control fronterizo "hicieron más complicada la entrada a Ceuta, causando un gran deterioro psicológico en las personas procedentes de países subsaharianos que no encontraban oportunidades para cruzar. Al mismo tiempo comenzamos a notar una mayor presencia de personas originarias de Marruecos y de Argelia de forma paulatina. Los notables cambios en cuanto a las nacionalidades y la edad coinciden claramente con la efectividad de la represión por parte de Marruecos, así como el control de los flujos migratorios en países de origen propiciado por los proyectos de cooperación al desarrollo de los países europeos".

Casi 19.000 inmigrantes llegaron a Ceuta en la pasada década, según Elín