El Índice de Precios de Consumo valora los precios de un predeterminado conjunto de bienes y servicios - conocido como “cesta familiar”- que una cantidad de consumidores adquiere de manera regular, y la variación con respecto del precio de cada uno, respecto de una muestra anterior. Mide los cambios en el nivel de precios de esta canasta de bienes y servicios de consumo adquiridos por los hogares.
Sirve para medir la evolución de los precios de los bienes y servicios representativos de los gastos de consumo de los hogares así como indicar de inflación y estimar del costo de vida.
El Instituto Nacional de Estadística ha publicado los últimos datos de IPC en el que en todos los territorios nacionales se produce un descenso de este índice generalizado. En todos los territorios nacionales, excepto en Ceuta, que aparece como la única región donde los precios, y por tanto el costo de la vida sube.
Es más significativo que una de las mayores subidas se haya producido durante el último mes, en el sector de la alimentación, con una subida del 0.6%, mientras que el otro territorio español que más se asemeja por sus características a Ceuta – Melilla – haya descendido en el mismo porcentaje.
Si bien es cierto que en la mayoría de los territorios nacionales, en el sector de la alimentación, los precios también han subido, el aumento del índice en Ceuta ha sido mayor, liderando el tablero nacional.
La reacción del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía a estos datos no se ha hecho esperar y exigen al Gobierno un mayor control.
