Un presupuesto, ha dicho Chandiramani, que tiene como objetivos principales atender a las personas y centrado en combatir la pandemia, pero que también tienen la intención de poner a Ceuta en una situación óptima para el momento en el que se levanten las restricciones, y que cambien el modelo productivo, tan dañado por la crisis económica producida por el cierre de la frontera.
A través del plan de inversiones se incentivan proyectos tecnológicos, medioambientales, turísticos y proyectos en barriadas.
Un presupuesto que sube un 1,58% más que el del año anterior, alcanzando algo más de 320 millones.
Se ha creado un Fondo COVID-19 de 23,6 millones de euros, con cuatro ejes: La salud pública, más personal, más medios materiales, más test, más control de las medidas. mas atención a los centros de 24 horas de mayores y menores.
Se mantiene las Ayudas sociales para paliar la doble crisis económica, salvo el IMIS, sustituido por el IMV del Gobierno de España.
Una tercera edición del programa Ceuta Resiste, para ayudar a paliar las pérdidas, especialmente significativas en la hostelería y el ocio nocturno, de las empresas y autónomos, como consecuencia de la pandemia, y las restricciones de horarios, aforos entre otras que amenazan con llevar a la quiebra a muchos negocios locales.
En Educación, los colegios podrán recurrir a este fondo para poder seguir prestando el servicio a los alumnos.
La consejera ha adelantado que, dependiendo de la territorialización de los Fondos de Resiliencia, a los que ya se ha realizado una propuesta a Moncloa para el plan Next Generation, se realizarán expedientes de modificación de créditos.
Se ha anunciado un gran presupuesto en inversión focalizado en proyectos medioambientales y tecnológicos, destacando a la construcción de un edificio inteligente para dar cabida a las empresas online que se han interesado en implantarse en Ceuta, gracias a su régimen fiscal especial.
Habrá una importante dotación para servicios y horas extras, relacionadas con la pandemia. Y se contempla una subida salarial, acordada con los sindicatos, para funcionarios y empleados públicos. Mientras que los miembros del Gobierno y los altos cargos verán congelados sus salarios durante 2021, empleando los fondos que irían destinados a tal fin, a paliar las necesidades de la COVID
En el apartado de las subvenciones, se mantiene en las mismas cantidades destinadas a cada Consejería, pero la naturaleza de las actividades a las que se destina cambiarán, debido a la imposibilidad de organizar algunas, a causa de la COVID-19
