La Ciudad Autónoma de Ceuta y el Ministerio de Educación han firmado, de nuevo, el convenio contra el fracaso escolar para los años 2024 y 2025. En el documento, firmado por el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, y la ministra de Educación, Pilar Alegría, se establece una cuantía de 4.833.606,58 euros para cubrir este acuerdo.
En concreto, la Ciudad Autónoma aportará 3.854.137,34 euros (el 79'73% del importe total), mientras que el Ejecutivo central desembolsará los 979.469,24 euros, "siempre que haya disponibilidad presupuestaria", establece como salvedad el Boletín Oficial del Estado en su edición de este viernes.
Este dinero, como decimos, será distribuido en dos anualidades. El Ministerio concreta que su aportación será de 640.205,91 para este año y de 339.263,33 para el siguiente, con cargo a programas como el Plan de prevención de situaciones de riesgo
socioeducativo en la infancia y adolescencia, el Plan de apoyo socioeducativo y varios puntos del Plan de Formación.
Entre otros objetivos, este convenio tiene el "fin de prevenir el abandono educativo en formación profesional y que la escolarización en educación básica no sea una mera reincorporación o «retención» dev alumnos en el aula, sino que vaya aparejada a garantías de éxito, se ha de tener enbconsideración a un sector de la población que no está preparado para una escolarización ordinaria exitosa, debido a sus dificultades personales o sociales. Ese segmento de la población es el integrado por inmigrantes menores no acompañados, jóvenes víctimas de violencia de género y, en general, por colectivos desfavorecidos en riesgo de exclusión social; pero también, se ha de considerar a jóvenes que no centran su futuro personal o profesional, desorientados, que aun habiendo tenido oportunidades y habiendo proseguido estudios posobligatorios, sienten haberse equivocado y contemplan abandonar. Tampoco hay que olvidar a los alumnos escolarizados, presentes en el aula, pero mentalmente desconectados, sin interés por la vía académica o profesional.
En definitiva, resulta perentorio contar con una actuación integral para facilitar que ese grupo poblacional regrese o se incorpore al sistema educativo. Así, se pretende transitar de un estado de inacción, estancamiento, apatía o desencanto en el que se puedan encontrar esos colectivos, hacia una actitud participativa que despierte en ellos la inquietud e interés a fin de aumentar su autoestima, su crecimiento personal y la capacidad para decidir razonadamente sobre su futuro".
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