El diputado no adscrito de la Asamblea, José María Rodríguez, es un verso suelto en la Asamblea. Desubicado desde que rompiera con su antiguo partido, VOX, a cuenta del chat lleno de mensajes racistas, no se ha privado de presentar enmienda al texto presupuestario para 2023. 2.000 euros más para los Amigos de la Música. Y esa enmienda le ha permitido hablar en el debate de este viernes. Lo ha hecho para pedir al Gobierno que aproveche la colaboración con el Estado para impulsar la inversión privada y reducir las partidas para crear “un colchón social” que evite conflictos y merme la convivencia.
“Que tengamos en cuenta esto de aportar al crecimiento privado y poner esa población cada vez mejor formada y con ganas de trabajar, que la pongamos entre todos en funcionamiento”, ha dicho desde la Tribuna.
Para Rodríguez la situación de Ceuta “desgraciadamente en algunas cosas se cronifica”. Véase la frontera y la carencia de inversión privada que active la economía y como falla la parte privada y hay mucha pobreza “nos obliga siempre a tener un plus de colchón social en estos presupuestos y los anteriores que nos garantice cierta estabilidad social”.
Y respecto a la colaboración con estado es “muy deseable”, pero Rodríguez espera que “entren más planes más continuados en cultura, sanidad, educación… planes mucho más consistentes y continuados en el tiempo más allá de acuerdos deseables con los ministerios y organizaciones estatales”.
Chandiramani se ha limitado a expresar el deseo compartido de que el plan estratégico sirva en 2023 para relanzar el tejido económico privado y generar empleo.
