sábado. 20.04.2024

Una de las interpelaciones del PSOE durante la sesión de control al Gobierno ha tenido como protagonistas a los trabajadores de las Brigadas Verdes. Unos trabajadores, ha explicado el portavoz socialista, Manuel Hernández, que temen por su futuro ante lo que consideran como una gestión ineficaz por parte de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos. Una gestión ineficaz que Hernández no ha dudado en tachar de escandalosa, señalando entre otros ejemplos como los trabajadores llevan dos años sin percibir nuevo vestuario, a pesar de que en el convenio entre la Ciudad y la Federación de Vecinos ese es uno de los apartados recogidos.

 

La encargada de dar respuesta a este asunto ha sido la consejera de Fomento y Medio Ambiente, Kissy Chandiramani, quien ha puesto sobre la mesa la preocupación que supone para el Ejecutivo la situación de los trabajadores. De hecho, ha explicado, han sido continuas las conversaciones con el comité de empresa para conocer sus reivindicaciones que pasan, fundamentalmente, por la salida de la FPAV.

 

La consejera ha explicado las tres opciones que se ha planteado el ejecutivo: la primera su integración en una sociedad municipal, la segunda pasa por una encomienda de gestión a TRAGSA y la tercera por mantener la situación actual. Chandiramani ha puesto sobre la mesa que la primera de las opciones es "absolutamente imposible", mientras que la de la encomienda a TRAGSA debe pasar por un cambio en el convenio colectivo, enmarcándose en el de jardinería.

 

Esta situación ha sido transmitida ya a los trabajadores que a lo largo de la tarde de este jueves mantendrán un encuentro para poder debatir sobre su futuro. Un futuro que, en cualquier caso, siempre dependerá de que se incluya en el Presupuesto de la Ciudad la encomienda de gestión a TRAGSA, nada novedoso ya que el convenio con la Federación de Vecinos también debía incluirse en los mismos.

El futuro de las Brigadas Verdes, en manos de sus trabajadores