La figura del ceutí Antonio Escobar Huerta se ha 'colado' en el debate parlamentario de esta tarde en el Senado con un anuncio efectuado por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños: el Consejo de Ministros ha aprobado su restitución como general. Recordemos que hablamos de la persona al mando de la Guardia Civil en los primeros compases de la Guerra Civil en Barcelona. Escobar, pese a que posiblemente comulgara más con los ideales del bando nacional, decidió permanecer leal al Gobierno de la II República y al presidente de la Generalitat, Lluis Companys. Ambos serían fusilados en los meses posteriores al final de la contienda en el castillo de Montjuich. El ceutí -nacido, por cierto, en el mismo edificio en el que murió Agustina de Aragón- se convirtió en una especie de 'pieza mayor' para los dos bandos en conflicto. Para los republicanos, anarquistas -que atentaron contra su vida- y nacionalistas, no dejaba de ser un militar de misa diaria; para el bando franquista alguien que había permanecido leal a la República. Tuvo un hijo luchando en cada uno de los bandos. De hecho, en el momento de su muerte Escobar había sobrevivido a uno de ellos, partidario del bando franquista. Igualmente, rechazó las ofertas del general Yague para abandonar España tras rendir sus tropas, queriendo correr la misma suerte que sus subordinados, y pidió dirigir su propio pelotón de fusilamiento tras llamar al perdón y la reconciliación entre españoles. Lo hizo con un crucifijo en la mano.
La mención del ministro Bolaños al general -condición que le fue concedida por la República- ceutí tuvo lugar durante una respuesta a la senadora de Esquerra Republicana de Cataluña, Mirella Cortés. Esta acusaba al Gobierno de una cierta complicidad con el bando franquista por no autorizar la "resignificación" de la Jefatura Superior de Policía en la Vía Laietana barcelonesa. Recordemos: es una Jefatura que vivió especiales momentos de tensión durante los disturbios del 1 de octubre de 2017 con motivo del referéndum ilegal, y en tiempos fue una Comisaría "donde se torturaba a anarquistas e independentistas, a mujeres", dijo Cortés. Para ello, exhibió un libro "Torturadas" con 22 biografías de mujeres que habrían sufrido estas prácticas en la comisaría.
Sin embargo, y ahora viene la mención, Bolaños recordó que "la mayor resignificación de la Jefatura Superior de Policía Nacional es que ahora hay ahí una policía que vela por nuestros derechos y libertades, como lo hacen los Mossos de Esquadra". Bolaños recordó a ERC que no habían apoyado la Ley de Memoria Histórica "en su habitual politica de maximalismos, del todo o nada" y recordó la figura de Escobar. "La semana pasada le homenajeamos en el Cementerio de Montjuich. Me pregunto donde estaban ustedes, porque se donde no estaban: en el homenaje a este hombre que exhibió unos valores tan elevados", reprochó el ministro.
La figura del general Escobar ha sido dada a conocer en los últimos años gracias a libros como "La guerra del general Escobar", que valió a José Luis Olaizola un Premio Planeta o "Entre la Cruz y la espada", del periodista catalán Daniel Arasa.
