Aunque el epígrafe de “motivos personales” pueda ser tan amplio casi como abarque la imaginación, es a esas dos palabras a las que alude el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Rodríguez Valero, para justificar su dimisión.
Rodríguez ha insistido en que seguirá yendo a trabajar a su despacho hasta el 31 de enero, abandonando su responsabilidad en el Puerto el primer día de febrero, y que los proyectos puestos en marcha durante su mandato se activarán con el siguiente presidente.
Un presidente de cuyo nombre no tiene noticias, explica Rodríguez Valero, que volvió a insistir en el “honor” que para el ha supuesto presidir el Puerto de Ceuta.
Las declaraciones de Rafael Rodríguez se producen tras un encuentro con consignatarios hispano-portugueses que en esta ocasión han elegido Ceuta para celebrar su encuentro. Con algo en el horizonte: el Consejo de Ministros aprobará el próximo mes de febrero la Ley de Consignatarios, que dará mayor seguridad jurídica al sector, según cuenta Julio Carrasco, presidente de la entidad FASCOB y de la Asociación Ibérica de Consignatarios.
El acto acabó con una entrega de metopas en la que Rodríguez Valero se convirtió, por cierto, en la primera persona en recibir una aleatoria de la recién constituida Asociación.