"Las repúblicas populares de Donbass se han acercado a Rusia con una petición de ayuda. En relación con esa conversación he tomado la decisión de lanzar una operación militar especial. Su objetivo es proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio del régimen de Kiev durante ocho años, y para ello buscaremos desmilitarizar y desnazificar Ucrania y llevar ante la justicia a quienes cometieron numerosos crímenes sangrientos contra personas pacíficas, incluidos nacionales rusos". Lo que acaban de leer es un extracto del discurso que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha pronunciado en las últimas horas confirmando que su país lanza una operación militar en territorio ucraniano.
Putin advierte, además, que Rusia es una potencia nuclear "aún más fuerte que antes de la disolución de la Unión Soviética", en un claro mensaje hacia la OTAN y ante posibles actuaciones militares de la Alianza Atlántica contra territorio ruso. Hay que recordar que Ucrania, precisamente, no pertenece a la OTAN, lo que en principio no obliga a los paises que la integran a defender militarmente al régimen de Kiev. Sin embargo, la posible integración ucraniana en la Alianza Atlántica ha motivado, precisamente, buena parte de la escalada de tensión.
Durante la pasada madrugada, varios medios reportan que se han escuchado explosiones en Kiev, capital de Ucrania, aunque se desconoce si estamos ante explosiones ocasionadas por pequeñas milicias prorussas o ante un ataque directo ordenado por Moscú.
Ya a última hora de la tarde de ayer, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, pedía a los españoles residentes en Ucrania que abandonasen el país, ante una de las mayores escaladas de tensión en la zona desde las guerras de Georgia y Chechenia y desde el conflicto de los Balcanes en el caso de Europa.
