Apenas medio año separan la última visita que Alberto Núñez Feijóo giró a Ceuta. Sin embargo, este martes lo ha hecho por primera vez como presidente nacional del Partido Popular. En el mismo enclave que su antecesor, Pablo Casado, hace un año mostraba su “apoyo a Ceuta”, el nuevo líder popular parafraseaba algunas máximas del anterior presidente popular.
Mismo discurso, distinta imagen. Integridad territorial de Ceuta, mayores dotaciones a los cuerpos y fuerzas de seguridad, combatir la inmigración irregular… Feijóo ha amparado esta visita en mostrar su compromiso hacia la “Ceuta española y secular”, destacando que en su agenda como presidente del partido se situaba entre los primeros enclaves donde hacer parada. Asimismo, lo ha justificado en ofrecer al PP como contrapartida de Gobierno, “para replantear y reiniciar las relaciones de vecindad con Marruecos”.
El dirigente gallego ha hecho parada a este lado del Estrecho en un día especialmente significativo. Cuando se cumple el primer aniversario de la crisis diplomática con Marruecos – efeméride que también ha estado presente en sus palabras y cuyas consecuencias el presidente de la Ciudad todavía no ha dado por zanjadas- y coincidiendo con la reapertura de los pasos fronterizos, después de dos años cerrados. Todos ellos, teñidos de una lluvia de críticas al Gobierno, frente al discurso que pronunciaba minutos antes a su lado el presidente Vivas que, nuevamente, volvía a hacer gala del consenso y “apoyo” absoluto al Gobierno de la nación, “independientemente del color político”.
El líder popular sacaba su vena más gallega para eludir posicionarse respecto al acuerdo suscrito entre España y Marruecos que ha supuesto la recuperación de las relaciones bilaterales entre sendos países y ha empezado a dar sus frutos, como lo recuperación del tránsito fronterizo. En este sentido, Feijóo ha dicho que es “una alegría” recuperar la normalidad, “y es bueno para Ceuta y Melilla reinstaurar las relaciones con Marruecos”. Aunque, eso sí, hay un pero. El gallego no puede celebrarlo “de forma completa” porque, en su opinión, “no se ha hecho con la seguridad jurídica y medios adecuados”.
Una apertura “incompleta” para Feijóo, “por no haber trabajado en la revisión del Tratado Schengen” o por hacerlo sin finalizar las obras en el paso de Ceuta y sin establecer la aduana comercial en Melilla.
Para el líder popular, el progreso de la ciudad autónoma versa en incrementar la seguridad de acuerdo a los tratados internacionales. Con ello, se ha adelantado a que el Gobierno comunique la hoja de ruta que continúa elaborando el grupo hispano- marroquí, y ha exigido la solicitud de visados y contratos de trabajo a los transfronterizos. No en esta primera etapa, que ya está recogido, sino a partir del 15 de junio cuando previsiblemente se instaure la normalidad fronteriza.
Entre sus exigencias, también, la implantación de la aduana comercial y el refuerzo de las plantillas de cuerpos y fuerzas de seguridad, respecto a los que ha pedido también la cobertura total de las vacantes. Así como, ampliar el marco de cooperación entre las agencias europeas y las de Marruecos.
Frente a este caos, y “pésima gestión” que le ha achacado el popular al Gobierno de Sánchez, ha presentado su candidatura para “defender a Ceuta, y defender el estado español”.
