Un centenar de simpatizantes militantes ha arropado esta noche al candidato por el PSOE a la Presidencia, Juan Gutiérrez, en el ritual electoral de la pegada de carteles que los socialistas han llevado ese año hasta Claudio Vázquez.
Minutos antes de la medianoche, Gutiérrez reflexionaba ante los periodistas sobre los próximos días de campaña («la nuestra será constructiva, no entraremos en guerra con ninguna formación») y lanzaba varios mensajes dedicados a quien los socialistas considera su principal adversario: el popular Juan Vivas.
El candidato socialista, que ha reprochado a Vivas haber ofrecido un discurso de apertura de campaña propio de «un perdedor», ha atribuido a los 22 años del Gobierno del PP los principales problemas que padece Ceuta. «La mirada de Vivas está desactualizada, su Gobierno nos ha anclado en el siglo pasado, pero nosotros vamos a hacer historia, vamos a echar a Vivas el día 28», ha vaticinado Gutiérrez.
El cabeza de lista de los socialistas se ha jactado de disponer de «equipo, proyecto y apoyo del Gobierno de España» y ha prometido una campaña «puerta a puerta, calle a calle».
El socialista se ha quejado de que, según ha sostenido, su partido viene siendo el objetivo de los ataques de PP, MDyC y Ceuta Ya! que, con esta estrategia, habrían permitido que Vox -«el partido que más daño ha hecho a esta ciudad»- se vea excluido de la refriega. «Se están yendo de rositas», ha afirmado.
Las aspiraciones del PSOE
Los socialistas afrontan el horizonte del 28 de mayo con la aspiración de superar los siete escaños obtenidos en las elecciones de 2019 y hacerse con una posición que permita colocar a Gutiérrez como presidente de la Ciudad. Lejano para el PSOE –y, probablemente, para todos los partidos en liza- el objetivo de hacerse con la mayoría absoluta, los socialistas saben que el futuro Gobierno de Ceuta deberá forjarse sobre algún tipo de acuerdo con otras fuerzas representadas en la Asamblea. La intención del PSOE, con un líder que apenas lleva un año y medio al frente del partido, es la de consolidar una mayoría lo suficientemente amplia como para permitirle hacer las menores concesiones posibles a sus hipotéticos futuros socios.
El PSOE ha centrado buena parte de sus discursos de precampaña en la idea, reiterada en las decenas de notas de prensa y actos organizados hasta la fecha, de que Ceuta es socialmente una ciudad desigual donde las barriadas de la periferia se encuentran discriminadas con respecto al centro. Este leitmotiv ha recorrido el mensaje que los socialistas han defendido en todas sus comparecencias y que le ha enfrentado, sobre todo, con el PP y el Gobierno municipal.
