jueves. 28.03.2024

Imagen de España durante muchos años en los más elevados foros diplomáticos -su último cargo fue el de embajador ante las Naciones Unidas- Inocencio "Chencho" Arias pasa por ser uno de los diplomáticos más conocidos de nuestro país. Su aspecto, con la eterna pajarita, sus cameos en películas, series o programas de televisión; su incursión en el mundo del fútbol para ser director general del Real Madrid hacen de el un personaje conocido más allá del mundo de los embajadores y legaciones. Sin embargo, no deja de ser uno de los mejores observadores de la realidad internacional con los que cuenta nuestro país, y atiende telefónicamente a Ceuta Televisión para hablar de la Guerra de Ucrania. Por aquello de la evolución en cuestión de horas de este y casi cualquier conflicto, aclarar que la entrevista se realiza el pasado miércoles.

 

Arias vaticina que "la guerra, como tal, la va a ganar Vladimir Putin. Ahora, igual no es la victoria que el esperaba. Si los ucranianos siguen resistiendo heróicamente como hasta ahora, si siguen poniendo el pecho y causando bajas entre los rusos, sería una victoria muy amarga para Vladimir Putin. No ganaría totalmente la guerra, puesto que la imagen de cadáveres y cadáveres llegando a Rusia sería devastadora para el, más dura que las propias sanciones".

 

Tal vez Putin esperaba otra 'Primavera de Praga' (la URSS aplastó Checoslovaquia para acabar con las revueltas del que consideraba un Gobierno satélite) y pueda encontrarse con su Afganistán: una operación diseñada por los soviéticos en 1978 para demostrar su poderío militar y que terminó enquistándose hasta resultar definitivo para la existencia de la propia Unión Soviética. Para que el conflicto se afganice "Ucrania necesita armamentos, medios materiales, lo que podría hacerle parar".

Sobre la personalidad del líder ruso, señala que no lo conoce personamente, aunque si a Madeleine Albright, secretaria de Estado -equivalente al cargo de ministro de Exteriores en España- norteamericana con Bill Clinton. "Recientemente publicaba una columna en la que definía a Putin como alguien que vive en el mito del acoso a Rusia por parte de occidente, señalaba que tiene algo de reptil, por lo que no debe ser muy agradable".

En el escenario de una victoria fulgurante, ¿Putin parará ahí?. "Quizá quiera ejercer un protectorado, poner un Gobierno títere para controlar el país. Pero veo a los ucranianos muy embravecidos, lo que puede ser contraproducente para Putin. Lo que ha conseguido, de momento, es unir al pueblo ucraniano en su contra", advierte. ¿Y Rusia? "Los rusos no están entusiasmados con esta guerra, pero aún no hay un rechazo que pueda desembocar en revueltas. Otra cosa puede ser que empiecen a ver la llegada de cadáveres, uno detrás de otro, y eso si puede ser duro para Putin". No cree, en el peor de los escenarios posibles para el inquilino del Kremlin, que pueda ser frenado por su entorno "puesto que sus generales le son bastante leales".

 

El conocimiento de los últimos años de la Unión Soviética sugiere un cierto paralelismo entre la actuación de Ronald Reagan y Joe Biden en esta época: evitando el conflicto militar, pero si procurando la sangría económica entonces de la URSS y ahora de Rusia. "Es distinto, porque Reagan impulsó un desarrollo tal de la industria armamentística, con la 'Guerra de las Galaxias', que la URSS no pudo seguir el ritmo y Gorbachov terminó claudicando, arruinado. Pero el fin puede ser el mismo: una Rusia quebrada económicamente. Actualmente, es el tercer país con más reservas petrolíferas del mundo, pero las sanciones pueden ser duras para Rusia y su población, con una inflación por las nubes".

Surge con fuerza un actor internacional en esta crisis: China. "Están mostrando una posición deliberadamente ambigua. Son contrarios a las invasiones de otros países, puesto que las han sufrido en sus carnes y guardan un recuerdo traumático, pero les une con Rusia que quieren alguien que haga frente a Estados Unidos. No a Occidente, que ese si puede ser el problema de Putin, sino con Estados Unidos y por el control del Pacífico. Es lo único que les une. No es el único apoyo de Putin: Nicaragua, Cuba o Venezuela han votado en contra de sanciones a Rusia, y les seguirán suministrando petróleo, al igual que Irán o India". ¿Puede, por tanto, la guerra en Ucrania tener repercusiones en América Latina "no creo, ya que cada vez hay más Gobiernos en ese continente entregados a esa corriente de pensamiento, y por mucho que haya sanciones no van a ir hacia atrás".

Para el final dejamos el papel de Europa y la OTAN. La invasión de Ucrania "ha sido un aldabonazo, una llamada seria de atención. Europa no puede confiar solo en que Estados Unidos intervenga para hacer frente a sus problemas de seguridad, ya sea el terrorismo o Putin. Todo el mundo quiere la paz, por lo que hay que armarse para la guerra. En algunos periódicos norteamericanos nos llaman gorrones a los europeos, y en especial a los españoles".

 

Sobre nuestro país "Sánchez ha rectificado, mandando armas a Ucrania. Se ha dado cuenta de que estaba haciendo el ridículo negándose a enviar armamento y a aumentar el presupuesto de Defensa. Un ridículo ante los aliados de la OTAN, que van a celebrar además su cumbre en España dentro de dos meses. Por desgracia, no es el momento de enviar mediinas sino armas. Europa tiene que abandonar el buenismo si quiere seguir teniendo un lugar de influencia en el mundo", sentencia. En ese sentido, vaticina cambios "como Alemania, que ahora si ha dado el visto bueno a enviar armas a Ucrania y ha cancelado sus contratos con Rusia".

Inocencio Arias: "A Putin le harán más daño los cadáveres de soldados rusos que las...