Todo estaba previsto para que este jueves 24 de agosto fuera el último día de Angel María Villar al frente de la Real Federación Española de Fútbol. Los presidentes territoriales -a excepción de Andalucía, Asturias y Galicia- iban a pedirle a Villar su dimisión por escrito. El -aún- mandatario más longevo del fútbol mundial tenía previsto negociar su salida a cambio de que quien le relevase fuera Juan Luis Larrea, hombre de su máxima confianza y quien viene ostentando la dirigencia del fútbol español desde la inhabilitación por un año del propio Villar. El preferido por parte de las territoriales es Luis Manuel Rubiales, presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles. Pero finalmente la Asamblea se aplazará a los primeros días del mes próximo.
El motivo, oficioso, es no enturbiar más el ambiente en los días previos al trascendental encuentro que España e Italia disputarán la próxima semana en el Santiago Bernabéu en la fase de clasificación para el Mundial de Rusia. Pero dos son los detonantes que han llevado, realmente, a aplazar el cónclave para finalizar el “villarato”. De un lado, las aspiraciones del propio Larrea, que pretende ganar tiempo, y por otra parte, la imputación de cinco presidentes territoriales: entre ellos el ceutí García Gaona. La RFEF aplaza su asamblea hasta conocer el futuro de los cinco imputados.
Mientras, el Consejo Superior de Deportes ya trabaja con el informe de la Abogacía del Estado. Los servicios jurídicos de este organismo elevarán otro a la Junta Directiva que es la que tiene que tomar la decisión final. Según fuentes de este organismo, la Junta no tiene una periodicidad marcada en sus reuniones, sino que lo hace cuando se le acumulan varios asuntos o surge uno extraordinario.
La Junta será la que decida si pide el cese de los cinco imputados o no. La integran el presidente del organismo José Ramón Lete, así como su subdirector general, dos representantes de distintas federaciones (en este caso la de Pelota y Taekwondo), el director general de deportes de Madrid, Pablo Salazar, en representación de las autonomías y el alcalde de Tordesillas (Valladolid), José Antonio González Poncela en nombre de los ayuntamientos y un representante del Comité Paralímpico y de la Abogacía del Estado. Ello, al margen de dos personajes fundamentales en esta historia: el propio Luis Manuel Rubiales y Javier Teba, presidente de la Liga de Fútbol Profesional. De querer ser presidente, pues, Rubiales tiene una coincidencia de intereses con García Gaona, dando por bueno que el ex jugador canario es el elegido por los presidentes regionales. En cualquier caso, la fecha del 7 de septiembre es la que se baraja para la Asamblea de la Federación, por lo que cabría esperar que antes de esa fecha ya se conozca el futuro de los cinco presidentes territoriales. No es necesaria la unanimidad que, por ejemplo, revistió la petición de inhabilitación de Angel María Villar.
