No se ha tomado muy bien Marruecos que la Unión Europea le recalcase lo obvio: que el territorio comunitario empieza y acaba en Ceuta y Melilla. El portavoz del Gobierno marroquí, Mustafa Baitas, se ha referido a las palabras del comisario griego comunitario de Inmigración, Margaritis Schinas, en las que este reiteraba la españolidad de Ceuta y Melilla. Preguntado por los periodistas, y según la Agencia EFE, Schinas no ha tenido reparos en señalar sobre las palabras de Schinas que "esa afirmación necesita una clarificación necesaria sobre el patinazo ocurrido".
Curiosamente, Marruecos quiere diferenciar entre el supuesto patinazo de Schinas y las relaciones con Marruecos. Las relaciones bilaterales entre Madrid y Rabat son, según Baitas, de "confianza, coordinación conjunta y respeto mutuo. Afirmo una vez más que Marruecos se enorgullece y mantiene una importante cooperación con la vecina España, basada en la confianza y en la implicación conjunta para afrontar los distintos retos, ya sean económicos o sociales. Hay una nueva etapa, auspiciada por su majestad el rey, basada en la confianza, coordinación conjunta y respeto mutuo". Es decir, o Marruecos da por superado el incidente o excluye de la 'buena vecindad' a Ceuta y Melilla...
Mientras, Bruselas respalda a Schinas: la portavoz de Exteriores de la UE, Nabila Massrali,señala "la importancia de la protección de las fronteras exteriores de la UE como parte de un enfoque global". Massrali suaviza recalcando que "la UE y Marruecos cooperan en materia de migración en el marco de una asociación global y que el bloque UE apoya «firmemente» a Marruecos en la lucha contra el tráfico de seres humanos y en el control de las fronteras".
