El próximo mes, se cumplirán veinte años desde la moción de censura firmada por el PP, PDSC, PSOE y varios tránsfugas del GIL que permitió el último cambio, hasta el momento, en la Presidencia de la Ciudad. Juan Vivas cumplirá dos décadas en el despacho principal del Palacio Autonómico, con la incertidumbre sobre su futuro planeando en el aire. El presidente -que días antes cumplirá 68 años de edad- ha dejado entrever que el final de su carrera política está cerca, pero sin terminar de deshojar la margarita. O, al menos, de hacer pública una decisión.
Coincide el vigésimo aniversario de Vivas como gobernante con el Congreso Regional del PP. Todo parecía que este evento se iba a producir en el primer semestre del año, pero no será así: fuentes de la Ejecutiva local aseguran a Ceuta Televisión que la fecha más probable es que el Partido Popular celebre su cónclave después del verano, confiando quizá en una mejora de las condiciones sanitarias.
Y la pregunta del millón: ¿Volverá Vivas a optar a un cargo, el de presidente del Partido Popular, en el que cumplirá once años el próximo otoño?. Las fuentes consultadas señalan que la decisión no se ha dado a conocer aún, pero que varias personas de la Ejecutiva le han hecho saber al presidente que lo recomendable sería su continuidad al frente del partido, con independencia de que vuelva, o no, a ser el cabeza de lista en las Elecciones Autonómicas de 2023.
El motivo es evitar la "bicefalia", que había sido norma habitual precisamente desde la fundación del PP, entre partido y Gobierno; de hecho, desde la refundación de Alianza Popular en el PP, solo el fallecido Pedro Gordillo había presidido el partido en más de un mandato, atendiendo a una suerte de "pacto no escrito". Y máxime, se cuenta, en un momento en que los 'populares' necesitan de apoyos para sacar adelante cuestiones como los Presupuestos Generales de la Ciudad y en que la crisis económica es acuciante en Ceuta, no solo por el coronavirus sino también por el cierre fronterizo. Las fuentes consultadas consideran que, si se quiere tener un final de legislatura lo más tranquilo posible en estas circunstancias, lo mejor es evitar tener una voz en el Gobierno y otra en el partido.
Distinto asunto es que pueda haber algún tipo de cambio en los puestos principales de la Ejecutiva local o que este, dirigir al PP durante los próximos cuatro años, pudiera ser el último trabajo político de Vivas. Es decir, que no fuese cabeza de lista en mayo de 2023. En ese sentido, el presidente de la Ciudad tendría opciones de pilotar su propia sucesión evitando abrir heridas tanto en el PP como en el Gobierno. Una cosa, también, se da por hecho, en el caso de que Vivas acepte presidir el PP en los próximos años: si el opta, no hay otra candidatura o, de haberla, apenas tendrá posibilidades de salir adelante.
