viernes. 19.04.2024

Ocho semanas han transcurrido ya desde que el incremento en el listado de productos prohibidos por la Aduana Marroquí provocará el cierre del Tarajal II y por tanto la suspensión del porteo. Una suspensión del porteo que, mientras las autoridades españolas tienen la esperanza de revocar, desde el país vecino adquiere cada vez tintes más definitivos.

 

No han sido pocas las entidades marroquíes que han alzado su voz contra el porteo desde que se decidiera sus suspensión con el objetivo claro de que no se retome. Unas organizaciones a las que este jueves se ha sumado la Unión Laboral de Marruecos que ha vuelto a poner el grito en el cielo por las condiciones de trabajo de quienes transitan con mercancía entre los dos países, en su mayor parte mujeres. Así, la representante de la Unión Laboral, Fatima Zahra al-Yahyani, volvía a comparar el porteo con la esclavitud debido a las “condiciones inhumanas” en que se practica y a “la degradación de la dignidad” de miles de ciudadanos marroquíes.

 

Sin embargo, estas opiniones de distintas organizaciones no se corresponden con el ambiente que se respira en las localidades limítrofes con nuestra ciudad. Así ha quedado demostrado durante la última semana en la que cientos de personas se han concentrado en las inmediaciones del lado marroquí de la frontera en señal de protesta por el cierre de un tránsito de mercancías que es vital para el sustento de muchas familias. Así también lo ponía sobre la mesa la sección de Fnideq del partido 'Justicia y Desarrollo' que advertía esta misma semana del importante número de ciudadanos marroquíes que dependen de esta actividad.

 

Precisamente respecto a estas protestas, la representante de la Unión Laboral de Marruecos ha indicado que “el cierre de la frontera habría sido aplaudido, si se hubieran tomado las medidas para sacar a la región de la pobreza, la fragilidad y la exclusión, pero desafortunadamente, en ausencia de alternativas económicas reales, y ante la recesión económica experimentada en la región no se comprende la interrupción de la única fuente de sustento”. Es por ello que ha requerido que se tomen medidas para rehabilitar económicamente la región.

 

Sin pronunciamiento por parte de las autoridades españolas

 

Entretanto, sigue sin producirse un pronunciamiento claro respecto al futuro del porteo por parte de las autoridades españolas. Después de semanas en las que se anunciaba la reapertura del Tarajal II para posteriormente posponerla, empleando como excusa las obras que se estaban desarrollando en el lado marroquí de la frontera, la nueva actitud pasa por no anticiparse y volver a establecer una nueva fecha que siga sin ser la definitiva. Tampoco se ha aclarado hasta el momento si el cierre, tal y como se reclama en algunos sectores de Marruecos, va a ser definitivo o solo provisional.

 

A todo lo expuesto se suma, además, que está previsto que las obras de modernización del lado español de la frontera comiencen antes de que finalice este año, al menos así se anunció por parte del Ministerio del Interior tras las elecciones generales, unas actuaciones que se desconoce como afectarán al tránsito entre los dos países y como podrían afectar al porteo en caso de que finalmente ambos países alcanzaran un acuerdo para retomar esta actividad.

 

En definitiva, ocho semanas después de que se suspendiera el tránsito de mercancías entre España y Marruecos pocas son las certezas sobre el futuro de una actividad cuya desaparición parece hoy por hoy más cercana que nunca.

 

Ocho semanas de suspensión y ninguna certeza sobre el futuro del porteo