Pocos casos habrá en la política española de líderes que vuelvan a ser reelegidos para los cargos de los que dimitieron. Tal vez algunos de los amagos de Fraga o Aznar en el congreso fundacional del PP de 1989 o el Felipe González que logró ser reelegido secretario general del PSOE tras su histórica renuncia al marxismo de 1979. Pero ninguno como el de Pedro Sánchez.
Es el primer ex secretario general del PSOE que vuelve -con la citada excepción- a ganar un Congreso, habiendo puesto además su rostro a los peores resultados electorales del partido desde la II República. Sánchez, sin embargo, muestra "músculo" al rozar el 50% -67.125 y un 49.77%- de los votos emitidos. A casi diez puntos -54.192 y un 40.18%- la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. La distancia que separa a ambos líderes es, justo, el número de votos logrados por Patxi López. El ex lehendakari y presidente del Congreso en la "legislatura fallida" obtiene un 10,05% de respaldo de militantes, porcentaje traducido en 13.543 votos.
Ceuta ofreció un amplio respaldo a Sánchez, tal y como era previsible, a tenor por el número de avales de la candidatura 'sanchista' y el apoyo del aparato ceutí, una de las pocas Federaciones que respaldó al "renacido" lider en su dimisión del uno de octubre. En teoría, esto es un refuerzo para Manuel Hernández, que se impone en la guerra soterrada tras las candidaturas nacionales que mantiene con la activista y miembro del Comité Federal, Sandra López Cantero. Por cierto, si alguien quiere creer en los 'lugares talismán', puede hacerlo en el caso de Sánchez: único de los tres aspirantes a la Secretaría General en visitar la Ciudad Autónoma. Fue su tercera visita -el pasado mes de marzo-, tras las de 2011 y 2014, entonces para apoyar al que fuera líder local, José Antonio Carracao. Otros tiempos, sin duda.
