En apenas unos días, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, tiene previsto volver a Ceuta para inaugurar el reformado Centro de Salud del Tarajal. Lo hará con una huelga médica en ciernes, la anunciada esta misma semana por el Sindicato Médico, que tendrá como protagonistas a los facultativos de Ceuta y Melilla, los únicos bajo las competencias del Ministerio dirigido por Darias a través de INGESA.
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los médicos de las dos ciudades autónomas ha sido la permanencia en vigor de las penalizaciones económicos por compatibilizar su actividad en la sanidad pública y la privada, lo que les resta una parte importante de su sueldo, de en torno a 700 euros según las fuentes consultadas por Ceuta Televisión, un agravio comparativo pues esta medida no se aplica en el resto de autonomías, que tienen transferidas las competencias en materia de Sanidad. La cuestión, explican, además, es que en Ceuta y Melilla, más que hablar de sanidad privada casi se podría hablar de “concertada” porque es la encargada de dar servicio a las mutuas a las que tienen derecho funcionarios como los maestros, a través de MUFACE, los empleados de justicia, a través de MUGEJU, o los militares, a través de ISFAS. Una sanidad privada que, en este caso, supone “un alivio para la sanidad pública”, explican, al atender a un importante porcentaje de la población, “da trabajo y paga impuestos”.
Pero esta es solo la punta del iceberg de la situación que los médicos padecen en Ceuta y sobre la que han venido reivindicando mejoras durante años porque, recuerdan, si los problemas no se solucionan al final quienes los acaban padeciendo son los ciudadanos. Problemas como equipos obsoletos que obligan a derivar ciertos servicios, como las resonancias, a la sanidad privada, han explicado las fuentes consultadas, la imposibilidad de realizar endoscopias en 4k o maquinaria con más de una década de antigüedad que resta motivación a que los facultativos que quieren seguir formándose o investigando vean Ceuta como un destino apetecible.
Otro de los puntos clave es el pago de las guardias. Tal y como llevan reclamando los sindicatos sanitarios desde hace años, las guardias en Ceuta y Melilla son las que peor se pagan de todo el país. Así, han continuado fuentes médicas, si no existe incentivo por el lado de la investigación con recursos de última generación, se mantiene la cláusula de exclusividad, inexistente en el resto del país y las guardias son las peor pagadas, es muy difícil que los médicos quieran venir a Ceuta y, en caso de recalar aquí, quedarse.
A la huelga planteada para el próximo 9 de marzo están preparados para acudir los médicos que se ven afectados por la exclusividad pero no serán los únicos, a lo largo de los últimos días ya se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que se les sumen los de Primaria y, posteriormente, los especialistas. La convocatoria de huelga responde además, a la falta de respuesta de INGESA, a quien hace casi un año (10 meses concretamente) se le reclamó la eliminación de la exclusividad sin que hasta el momento se haya dado un solo paso en esa dirección.
Una serie de circunstancias a las que se suman otras, como la falta de especialistas en servicios vitales como la UCI, que ha vivido momentos con tan solo dos intensivistas, o traumatología, donde tan solo se cuenta con tres médicos para poder hacer las guardias. Situaciones de falta de personal que, al final, repercuten en el paciente, en el ciudadano, generando retrasos y listas de espera de meses, por ejemplo, en servicios como fisioterapia, en el que se puede tardar en dar cita a un paciente hasta medio año.
