viernes. 29.03.2024

El teléfono de Rafael Muñoz sonó la semana pasada a una hora intempestiva. "Me puse a conducir y llegué a Ceuta una hora antes de que a mi hijo lo ingresaran en el quirófano", recuerda, visiblemente emocionado. Se trata del padre de Omar, el chaval agredido brutalmente en la Playa de la Rivera el pasado fin de semana "y que ha estado a punto de morir en la ciudad de su madre, la ciudad en la que el siempre ha dicho que quería vivir".

 

Muñoz ofrece una improvisada comparecencia ante los medios de comunicación al concluir una concentración en demanda de seguridad. Su hijo ha recibido ya "el alta hospitalaria, pero no médica" y las secuelas "aparte de las psicológicas, son cicatrices y una herida en el labio que no entiendo por qué no se la han cerrado bien en el Hospital".

 

No quiere entrar en especulaciones sobre qué ocurrió la noche de los hechos: "no quiero pensar por qué no corrió en vez de tratar de defenderse: solo quiero cerrar un par de cuestiones pendientes e irnos de aquí", admitió. Ahora mismo, Omar "como un chico de su edad, está preocupado por las cicatrices y demás consecuencias visibles. Las psicológicas aún no se han manifestado", admitió.

 

Muñoz solo pide "que haya más seguridad, que nuestros hijos puedan salir con tranquilidad". Y confesó que "no quiero que esto se manipule políticamente. Yo puse como condición para venir que no viniese ningún político, del signo que fuere". Y en cuanto a las pesquisas policiales "nada que comentar: ellos son los que saben como hacer su trabajo".

En cuanto a la concentración, en torno a unas setenta personas secundaron la convocatoria de la Asociación Ceutí de Estudiantes. Su portavoz, José Antonio Cebrián, mostraba su pesar porque "las virtudes, muchas, que tenemos en Ceuta, no salgan a relucir en los medios nacionales, y solo seamos noticia por cosas como esta. Los jóvenes solo queremos seguridad, tranquilidad", dijo antes de concluir "deseando que un 'viva Ceuta' resuene como un 'viva España'" y recordando que "hemos vivido muchos capítulos de este tipo, con MENAS o sin ellos".

 

La concentración discurrió sin incidentes y con absoluta normalidad, excepción hecha de una 'espontánea' que acusó de racismo a los convocados, sin que la cosa fuera más de un intercambio de reproches. Entre los asistentes, la senadora Yolanda Merelo, y varios miembros del movimiento vecinal, como los ex presidentes de la FPAV Gregorio García Castañeda y José Ramos, el que fuera vocal de seguridad ciudadana, José María Romero o el candidato a la Presidencia, Miguel Ayora. En una cafetería cercana, Juan Sergio Redondo y Carlos Verdejo, presidente y portavoz de VOX, observaban una concentración que acabó con varias personas entonando el himno de Ceuta.

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