viernes. 19.04.2024

La Unión Europea implantará en sus fronteras la nueva tecnología, llamada 'entry-exit' que reconocerá las caras de los viajeros de fuera del espacio Schengen que quieran entrar en países de la Unión por tierra, por aire o por mar,

Estaba previsto que se implantase a mediados de este año, según a informado ABC, pero se ha ido retrasando. Fuentes del Ministerio del Interior, han explicado que "España en la actualidad cuenta con 81 fronteras exteriores: 44 aeropuertos, 33 puertos y cuatro fronteras terrestres, que sumados al gran número de turistas de nuestro país hace que el proyecto sea complejo. Aun así se prevé que la entrada de la operación sea en mayo de 2023".

El sistema ha sido creado para controlar a viajeros extracomunitarios que quieran entrar en la Unión Europea por fronteras consideradas “calientes”, como el Canal de la Mancha, o las de Ceuta y Melilla. La exdelegada del Gobierno ya anunció hace unos meses que el sistema se implantaría en sus pasos fronterizos.

Thales España, empresa que lo desarrolla ha señalado que "es un sistema autónomo. Una vez registrados los datos biométricos en la frontera, los manda a una base de datos común de la Unión situada en Estrasburgo. La puerta se abrirá de forma automática en algunos de los casos, en otros se pasara a otra puerta vigilada por policías, depende de la infraestructura de cada frontera", añaden.

La empresa apunta que "Es un cambio de paradigma" y aseguran que este nuevo método ahorrará tiempo al policía al aportar un sistema rápido y que no compromete la seguridad.

Funcionamiento

El viajero debe aportar su documentación al dispositivo, que luego hará un reconocimiento facial. Para ello, debe situarse frente a la cámara vertical que acompaña al 'kiosco' y que analiza sus facciones. En caso de que exista alguna discrepancia con los datos, también pedirá al viajero cuatro de sus huellas dactilares, que deberán colocarse en unos sensores con 'leds' verdes. Durante el proceso, la máquina pregunta el idioma en el que se desea usar en la operación, y realiza un pequeño cuestionario que ahonda en los motivos del viaje (turismo, trabajo, etc.)

Han advertido que “al principio habrá colas, porque se tendrán que adaptar al sistema tanto los usuarios, como los operarios/policías que tendrán que aprender a usarlo”, pero consideran que, a pesar de ello, a medio y largo plazo el proceso será más ágil.

Sistema antifraudes

El sistema cuenta con la tecnología más avanzada. El ordenador base que se esconde en su interior está conectado a las luces led y a cuatro cámaras 4K, una destinada a la seguridad y el resto al reconocimiento facial biométrico. Además, lleva incorporada una batería que permite que siga funcionando en caso de apagón. Los desarrolladores han dotado a 'Entry-exit system' con una inteligencia artificial que permite evitar fraudes. "Esta máquina no comete fallos, no es sobornable" comentan.

Aseguran que la herramienta “soporta bien el paso del tiempo” y reconocerá las caras aunque éstas cambien con el devenir de los años y la llegada a la vejez. Su único talón de Aquiles son las operaciones estéticas: “son un problema”, reconocen desde Thales. Como solución, el sistema se complementa con el reconocimiento de huellas dactilares, por lo que sería muy difícil burlar su seguridad.

También detecta fraudes como el intento de poner un cartel o una pantalla con otra cara frente a la cámara. Cuando algo no 'cuadra', da una alarma, que llega directa al puesto de control, donde un policía sabrá que hay un error. “El más común es la desmagnetización del chip del pasaporte, en ningún caso se dará una alarma sonora, el usuario no sabrá hasta que llegue a la puerta que no ha superado los requisitos para pasar la frontera”, explican. El sistema evita tanto el engaño del usuario como el del que lo controla.

Reconocimiento facial en las fronteras de Ceuta y Melilla, a partir de mayo