El final del Ramadán tampoco será festivo en 2018. Así ha quedado establecido después de la aprobación del calendario laboral del próximo año. La consejera de Hacienda, encargada de presentar esta propuesta, pedía mesura a los portavoces por tratarse de un tema especialmente sensible debido a sus connotaciones religiosas y, por tanto, sentimentales.
Tanto Caballas como el Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía, a pesar de sus habituales diferencias, han coincidido en el argumento de que es necesario que este calendario laboral responda a la realidad social de la ciudad, que no es otra que con el final del Ramadán, la ciudad se paraliza.
En ambos casos han señalado, además, que no es necesario eliminar ninguna fiesta, sino simplemente dejar de pasar al lunes alguno de los festivos que este año se producen en domingo.
La segunda de las polémicas ha venido de la mano de Ciudadanos, que ha manifestado su malestar porque el Día de Ceuta no vaya a ser festivo.
A pesar de estas quejas, el Gobierno se ha mantenido en su propuesta de calendario laboral sin realizar ningún tipo de cambio. Finalmente, la consejera de Hacienda ha optado por tomar el guante lanzado por el PSOE, que ha solicitado la creación de una Comisión Técnica para el estudio del calendario laboral y se ha comprometido a que la misma se convocará en octubre. El objetivo es, entre otras cuestiones, conocer cuál es el impacto económico de las festividades religiosas.
