Instituciones Penitenciarias tiene controlados a 121 presos por actividades yihadistas aún dentro de prisión. Según un informe interno de la institución divulgado por la agencia “Europa Press”, se trata de 39 internos con potencialidad para realizar labores de captación y otros 82 que podrían radicalizarse. El perfil de estos reclusos es, por lo general, varón, nacido en Ceuta y Melilla o países del norte de África, principalmente Marruecos o Argelia.
Los datos corresponden a este mes. Hay 250 presos relacionados con el yihadismo, clasificados en distintos niveles. 129 internos con condenas por terrorismo integran el “Grupo A”. El “Grupo B” lo integran 39 condenados por otros delitos, pero de los que se sospecha pueden estar realizando labores de proselitismo y 82 que podrían ser captados.
Las fuentes consultadas apuntan a que la situación está controlada, dado el fluído intercambio de información entre Prisiones y las Fuerzas de Seguridad. Todo cambia a partir de la Instrucción 8/2014, encaminada a trabajar en tres líneas: prevención y detección, evaluación del riesgo y tratamiento. La fuente consultada por la agencia señala también que se está combatiendo el fanatismo comportamental, para conseguir que el recluso se “desenganche” de estas actividades. No se pretende la corrección religiosa, sino que personas que incluso puedan ser radicales huyan de actividades violentas y puedan reinsertarse en la sociedad. Hay, incluso, peticiones voluntarias para acogerse a programas de reinserción, tomando conciencia y reconociendo el delito. El objetivo es trabajar sobre toda la población reclusa y no sólo sobre los presos beneficiados por ahora de este programa.