miércoles. 24.04.2024
SABORES DE CEUTA

Tete Blanco nos invita a conocer el sabor de ‘La barraca’

‘Sabores de Ceuta’ visita esta semana “el paraíso en la tierra” donde se encuentra la Barraca, tal y como lo llama el mismo Tete Blanco, cuando nos recibe para darnos a conocer el sabor de este restaurante, otro de los “clásicos” de la ciudad, con una larga tradición. Un negocio que nacía en 1980 pero que conserva, 41 años después, toda su frescura y sabor, como el de los dos platos que nos invitan a degustar: Carrillada a la cerveza, y Gallo con salsa de langostinos

Tete Blanco acude a la puerta de 'La Barraca' para recibirnos, antes de invitarnos a pasar al interior de este restaurante que mantiene una amplia oferta en todo tipo de platos y que es, desde hace mucho, uno de los más solicitados por los ceutíes.

Tete nos acompaña a la cocina donde comienzan a prepáranos dos muestras de su carta. Un gallo con salsa de langostinos, y carrillada a la cerveza. Mientras el cocinero va ultimando los toques de estos dos manjares, Tete nos cuenta que siempre se han especializado en pescado, algo que sigue en su carta, como favorito del publico ceutí, pero el cierre de la frontera ha cambiado enormemente la forma de comer pescado en Ceuta.

En la cocina se respira cierta camaradería, propia de un grupo de personas que se conocen y llevan mucho tiempo trabajando juntos, un equipo. En el caso de algunos, tras 40 años en el negocio, una familia. Y eso se traduce en el servicio que prestan a la clientela.

Pero de regreso al pescado, y a los inevitables cambios que el coronavirus, y el cierre de la frontera han traído, Tete nos cuenta que, no solo la variedad es menor, sino que los precios ya no son los que eran. Aun así, Tete nos cuenta que 'La Barraca' se ha ido adaptando para poder seguir sirviendo lo que demandan los clientes. Y como nos demuestra con los platos de degustación, que se especialicen en pescado no quiere decir que no sirvan carnes muy sabrosas.

Y la sirven en tres zonas. El salón principal, que han tenido que adaptar para adecuarse a las normas de seguridad, fundamentales, reduciendo aforos, pero que sigue siendo un espacio amplio donde disfrutar de los sabores que nos ofrece la Barraca, y que tienes espacio para unos 80 comensales, en diferentes mesas, separadas entre si – la seguridad lo primero – nos cuenta Tete.

El segundo comedor, que forma una L con el primero y tiene un espacio algo más íntimo y podría ser más propicio para comidas de grupos más pequeños, incluso para cenas entre dos, en ocasiones especiales.

También disponen de otro comedor privado, apto para celebraciones de grupos numerosos, y todo tipo de banquetes, aunque de nuevo la pandemia les ha obligado a cerrarlo.

Y la terraza, por supuesto. La terraza, con el incomparable marco del Parque Marítimo y su vegetación, un entorno cuasi tropical, ha sido el gran motor del negocio, con el que han conseguido sobrevivir, a pesar de la pandemia, sufriendo bastante por la reducción de ingresos, pero, nos dice Tete con orgullo, logrando mantener todos los puestos de trabajo.

Esperan que ahora, con la llegada del buen tiempo y el decaimiento del estado de alarma, los vientos soplen de forma más favorable, la gente se anime, y puedan volver tiempos de bonanza a los negocios de Ceuta, como este clásico de la Barraca.

Y sobre el gallo con salsa de langostinos que probamos. Los camareros la sirven en una mesita del centro del salón principal. Un plato servido sobre patatas al horno, simplemente delicioso, la combinación de salsa, pescado y marisco, en contraste con la guarnición, es un plato que invita disfrutar, muy recomendable.

Y que puede maridarse tanto con cerveza como vino, y sin nos olvidamos de viejos tópicos como el de que el pescado se toma con vino blanco, acompañado de un caldo de sabor suave, dejará complacido a cualquier comensal.

Tete Blanco nos invita a conocer el sabor de ‘La barraca’