La última convocatoria, prevista para mayo, se vio suspendida a raíz de la entrada masiva de inmigrantes y la confusión que se produjo en los días posteriores. Una decisión difícil que tuvieron que tomar, ante la incertidumbre de aquellos días, que pilló desprevenidos a todos.
La situación actual es de grave desequilibrio ya que, con la llegada del verano, la reapertura tras el periodo más duro de pandemia, y el aumento de las operaciones quirúrgicas, se está empleando mucha más sangre de la que se dona, por lo que las reservas están mermando a gran velocidad.
Una situación de preocupación, aunque confían, una vez más en la solidaridad de los ceutíes, y esperan poder cumplir con el objetivo de 180 donantes por jornada. Durante la primera hora y poco más del primero de los dos días que estarán en la ciudad, se han acercado a donar más de 30 personas, pero es necesario que la afluencia siga constante durante la jornada y mañana miércoles por lo que hace un llamamiento a aportar sangre a toda persona que pueda.
Han precisado que estar vacunado frente a la COVID no supone un problema para donar, aunque no se puede hacer inmediatamente después de recibir la vacuna y señalan que, ante cualquier duda pueden acercarse al Auditorio del Revellín a consultar.
La próxima cita será en septiembre, donde confían que podrán organizar la campaña en mañanas y tardes, gracias a que el horario de barcos ya se ha ampliado y se podrán enviar con más rapidez la sangre tomada al banco.