"Buenas, si conoceis a alguien del año 88 o mas mayor que quiera ponerse la primera dosis de pfizer o le toca la segunda dosis, que venga al pabellon de la libertad". Este mensaje, faltas de acentuación o de mayúsculas incluídas, ha corrido como la pólvora, de móvil en móvil, durante la tarde de este viernes en Ceuta. Un mensaje que no se sostiene, a mínimo que la persona receptora esté algo informada.
Pese a ello, INGESA y Ciudad han emitido un comunicado a última hora: "la Ciudad y el INGESA quieren precisar que, en ningún caso, se ha realizado un llamamiento a la población comprendida entre 30 y 39 para que acudiera esta tarde al Centro de Salud de Otero dado un supuesto excedente de vacunas frente a la COVID-19. Todos los citados a vacunarse deben ser contactados, de manera previa, por parte de la Consejería de Sanidad, Consumo y Gobernación de acuerdo a las previsiones y calendario establecidos por ambas Administraciones. De igual modo, se recuerda que todos los interesados en vacunarse pueden inscribirse a través del formulario habilitado en la página web de la Ciudad". También literal.
Así pues, ambas entidades desmienten el último bulo en torno al coronavirus. Ciertamente, daría para escribir un libro o incluso para reirnos un rato de no ser por la seriedad del asunto. Hablamos de una campaña de vacunación que llega después de no pocos esfuerzos, para hacer frente a una pandemia que, sólo en Ceuta, ha costado la vida a 116 personas. La gracieta puede ser hecha, el minuto de gloria buscado o el aburrimiento, sofocado, de otra manera. Haberlas haylas: desde leer un libro, ver una serie de televisión, dar un paseo hasta otras más alternativas contar los pelos de un gato, medirse el tamaño de las uñas del pie o dibujar florecitas en un papel. Todo, por favor, salvo andar jugando con las expectativas de la población en un momento tan delicado como este. No estamos para bromas, por favor.
