El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes presenta una de las tasas de ocupación más bajas que se recuerda. Lejos parecen quedar las imágenes de un CETI saturado, con tiendas de campaña facilitadas por el Ejército en sus zonas aledañas, especialmente después de las entradas masivas de los últimos años.
La ocupación a día de hoy ronda las 270 personas y a este dato, curioso por lo bajo, se suma otro que no lo es menos, solo 33 de las personas que se encuentran residiendo en esta infraestructura son de origen subsahariano. El resto, han explicado las fuentes consultadas por Ceuta Televisión, son personas de origen magrebí, marroquíes o argelinos, algo poco habitual.
Una baja tasa de ocupación que llevaba a principios de esta semana al presidente de la Ciudad a volver a requerir a la Administración General del Estado que se emplee esta infraestructura para acoger a los marroquíes que se encuentran de forma irregular en la ciudad, tanto los que han ido llegando por vía marítima en las últimas semanas como los que permanecen acogidos en la nave del Tarajal habilitada para quienes quedaron atrapados tras el cierre de la frontera, especialmente, recordaba Vivas, porque la inmigración es una competencia estatal y la ciudad lleva haciéndose cargo del mantenimiento de estas personas desde el inicio de la pandemia.
La solicitud, por el momento, sigue sin tener respuesta, si bien fuentes consultadas por esta casa han asegurado que esta posibilidad se ha trasladado por los canales oportunos al Gobierno de la Nación, especialmente para el caso de quienes han entrado por vía marítima, una cifra que sigue aumentando en los últimos días, a quienes por el momento se ha instalado en el antiguo Hospital de la Cruz Roja donde pasan la cuarentena obligatoria motivada por la crisis sanitaria del coronavirus.