jueves. 25.04.2024
EJÉRCITO / HISTORIA

Ceuta recuerda a su teniente más ilustre

Un Dos de Mayo más, Ceuta ha vuelto a homenajear a uno de los personajes centrales de nuestra historia: Jacinto Ruiz de Mendoza, cabecilla junto a Daoiz y Velarde del levantamiento popular contra la invasión francesa, y de cuya muerte se cumplieron 210 años el pasado mes de marzo. Un evento que ha vuelto a contar con la presencia de numeroso público para ver un desfile clásico en pleno centro de la Ciudad Autónoma.

La vida  de aquel niño era la de otros tantos ceutíes hijo de militares y bautizados en una iglesia, Los Remedios, cuyos vecinos escribieron algunas de las páginas más importantes de nuestra historia. Como tantos otros, Jacinto Ruiz de Mendoza se enroló en el Ejército. Sin embargo, el discurrir de los acontecimientos, esa especie de suerte de estar en el lugar justo en el momento adecuado, le deparó estar en el corazón de uno de los capítulos más recordados de la historia de España: el levantamiento del Dos de Mayo. A pesar de las heridas recibidas en los primeros minutos del asalto al Cuartel de Monteleón en Madrid, cuentan las crónicas que siguió luchando hasta recibir después un balazo y que se levantó de la cama donde trataban de salvarle la vida al saber que los franceses emprendían la huida.

 

Jacinto Ruiz de Mendoza murió joven, muy joven; apenas un año después de aquel levantamiento fallecía en Trujillo (Cáceres), hospedado en casa de su tío Juan Cebollino -otro ilustre de nuestro callejero - y dos días después de testar todos sus bienes. Era el 13 de marzo de 1809; tenía 29 años de edad.

 

Fue la muerte física. Nació la leyenda de un hombre al que se recuerda cada dos de mayo como este; con un desfile del que hubiera sido su regimiento hoy, Regulares, y el depósito de tres coronas de flores -Ciudad Autónoma, Delegación del Gobierno y Comandancia General- en el busto que le recuerda en pleno Paseo del Revellín. Como el año pasado, como es costumbre casi desde aquel día de marzo. Busto ubicado, por cierto, frente al Museo del mismo nombre, en el que algunas teorías cuentan que se conocieron otros dos militares claves en la historia reciente de España, Francisco Franco y Luis Carrero Blanco. Tal vez lo sepa ese busto orgulloso y altivo del protagonista de uno de los hechos que inspiraron -ahí es nada- el tercero y más vibrante de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós.

Ceuta recuerda a su teniente más ilustre