sábado. 21.09.2024

Una vez más, hay que establecer la salvedad de que el consumo de agua en Ceuta está garantizado por la existencia de la Planta Desaladora de Benítez. De no ser así, el caudal de agua acumulado en nuestros embalses empezaría a entrar en los terrenos de lo preocupante, puesto que no alcanzaría los parámetros a los que si llega en estos momentos.

Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, de la que depende la cuenca de Ceuta, en estos momentos y a pesar de que el suministro de agua a la ciudad no depende de los embalses del Renegado y del Infierno, entre ambos no alcanzan el 50% de su capacidad. No es difícil imaginar, pues, como sería la situación en caso de que tuviéramos que confiar el agua de nuestros hogares, de nuestro día a día, en exclusiva a los dos pantanos.

Entrando en pormenores: entre ambos acumulan 1.140.000 mh2, el 48'97% de los 2.330.000 hm2 de capacidad conjunta entre ambos. Antes del verano, ambos superaban el 50% con holgura.

El más grande de todos, el Renegado, acumula 808.000 hm2, el 49'15% de su 1.645.000 de capacidad total. El otro, el Infierno, acumula 332.000, un 54'19% de los 599.000 totales a la conclusión de un verano especialmente seco.

Los embalses, por debajo del 50% de su capacidad