Si alguien conoce la historia olímpica, no puede por menos que mirar con cierta ternura lo ocurrido en Sant Louis en 1904. Por primera vez, los Juegos salían de Europa, tras las ediciones de Atenas y París, y llegaban a la capital de Missouri que los organizó como un acto complementario a la Exposición Universal, que era lo que verdaderamente les interesaba. Posiblemente, alguien tuvo la misma sensación hace 118 años en la localidad estadounidense que las personas de mediana edad en la mañana de este jueves en el Auditorio del Revellín. Aquello de que algo no sólo es más grande de lo esperado en un primer momento, sino de que acaba de empezar y su trayectoria es imparable.
No sabemos con qué ojos mirarán a Ceuta, pues, los que repasen la historia de los i-sports dentro de 118 años, pero la sensación de que esto es algo que han adoptado como parte de su cultura propia las generaciones más jóvenes y que estamos ante algo más que el tópico de chicos/as con problemas de comunicación y entregados a una pantalla como única ventana exterior al mundo es cierta. Un despliegue técnico como pocas veces visto en nuestra ciudad, un grupo de mujeres concentradas ante el acontecimiento soñado, un público expectante con el brillo en los ojos de quien ansia que comience ya el espectáculo. Si: chicas delante de un ordenador y sentadas sobre cómodas sillas reclinables. Pero un evento de nivel mundial.
Eider Díaz es la responsable de comunicación del evento. "Es, en efecto, como si tuviéramos a Alexia Putellas detrás nuestra a punto de jugar la final de la Champions con el Barça", admite. "Aquí están las mejores jugadoras de Europa, buscando clasificarse para la fase final del Mundial". Y hablando de mundiales, a horas de que comience el controvertido campeonato de Qatar, la pregunta no es si llegará un momento en que la final de un torneo mundial de videojuegos de fútbol tenga más audiencia que la propia final de un Mundial. La pregunta es cuando: "Tal vez, a la vuelta de una generación", vaticina. Y no descarta que pronto veamos "como las cadenas generalistas retransmiten partidas en directo, dándoles la misma importancia que al fútbol o el baloncesto".
Un nuevo mundo, una nueva generación con unos nuevos códigos. Y no es fácil pertenecer a la élite más selecta de los "igamings" mundiales. "Son, de media, ocho horas diarias de entrenamiento, Pero no es sólo jugar: es trabajar estrategias, dinámicas de equipo y hacer deporte: aunque parezca mentira, una buena condición física es fundamental para aguantar la tensión durante estas partidas".
"El futuro ya está aquí", decía la optimista canción ochentera. Y de ello parece consciente la consejera de Economía y Hacienda, Kissy Chandiramani. "Nuestra apuesta por el juego es clara, y esto es una vertiente. Estamos a primera hora de la mañana y el auditorio está casi lleno", señala la consejera, que desvela que la organización del evento ha costado 100.000 euros a las arcas municipales. Sin embargo "aquí va a venir gente que tiene 2.000.000 de seguidores en sus redes sociales", como Mayichi. Para que nos hagamos una idea: la cuenta oficial en Twitter del presidente del Gobierno, @sanchezcastejon , tiene 1.700.000. El jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, 'sólo' 130.000 en la misma red, donde se encuentra con el nombre de @NunezFeijoo .
Comienza la acción. Comienza el Girl Gamer de Ceuta. No, no es sólo una reunión de jóvenes entusiasmados por el videojuego. Es un cambio generacional y cultural. Es el futuro. "Qué diferencia con los que nos quedamos en el Tetris y los marcianitos", ironiza Chandiramani.