El repunte del CO2 como consecuencia de la desescalada, los terremotos de Japón, las brutales inundaciones del huracán Sally, los incendios y la deforestación en la Amazonia, las masas de plásticos, guantes y mascarillas, etc. Son algunas de las gravísimas consecuencias que están teniendo para nuestro planeta las nefastas acciones que realizamos.
Además, unas 5.200 especies están en peligro de extinción por la pérdida de biodiversidad de sus zonas de origen.
Debido a la crisis producida por el COVID-19, las catástrofes medioambientales no han obtenido la importancia que requerían en los medios de comunicación más importantes, ni en las redes sociales que utilizamos a diario.
Por estos motivos nuestra entidad exige, una vez más, la incorporación de medidas efectivas para la protección del medio ambiente y las especies que lo componen. De igual forma, pedimos a la población que tomen conciencia de estas cuestiones. La sensibilización de la población es uno de los pilares fundamentales de este proceso hacia un mundo más sostenible, justo e igualitario.
Esta crisis climática nos afecta a todos y todas, pero en especial a los países vulnerables, que sufren de manera más agresiva las consecuencias de nuestro sistema de producción, mercado y consumo.
"Algunos daños son irreparables, pero todos y todas debemos trabajar para recuperar y salvaguardar nuestro planeta.
Piensa.
Nuestro futuro está en juego."
