El 25 de julio de 1993 es una fecha que quedará grabada para siempre en la memoria de la Policía Local de Ceuta. Fue en ese fatídico día que el agente Juan Carlos Arriaga Gómez perdió la vida mientras cumplía con su deber, dejando un vacío imborrable en el corazón de sus compañeros y seres queridos.
El acto de homenaje comenzó con la narración de los hechos que llevaron a la trágica pérdida de Arriaga. Aquella tarde, mientras patrullaba junto a su compañero José María Martín Rodríguez, recibieron una llamada de un robo en la barriada Juan Carlos. Sin dudarlo, ambos agentes persiguieron al delincuente hasta una azotea, donde ocurrió el fatal accidente. La claraboya cedió bajo sus pies, llevándolos a una caída que acabaría con la vida de Juan Carlos y dejando gravemente herido a su compañero.
A pesar del tiempo transcurrido, la memoria de Juan Carlos Arriaga sigue viva entre sus compañeros. Juan Carlos Lorente, uno de ellos, compartió sus sentimientos sobre el homenaje: "Aquellos que hemos vivido aquel suceso nunca podemos olvidarlo. Hablamos de ello entre nosotros y recordamos a Juan Carlos con cariño y respeto. Era un hombre de corazón grande y su sacrificio nos ha marcado a todos".
La ceremonia contó con la presencia del presidente de la Ciudad Autónoma y la hermana del fallecido, quienes depositaron una corona de flores junto a la placa conmemorativa en honor a Arriaga.
María del Carmen Godino, compañera de Juan Carlos, recordó emocionada: "Era un ser extraordinario, maravilloso".
La pérdida de Juan Carlos Arriaga sigue siendo una llamada a la reflexión para los compañeros de la Policía Local. A través de este homenaje, se busca recordar la valentía y compromiso de aquellos que arriesgan su vida por la seguridad y el bienestar de la ciudadanía.
Quien también ha estado presente el acto, como cada año, es José María Martí, compañero de Arriaga, que trató de salvarle y se precipitó junto a el por la fatídica claraboya, quedando gravemente herido. Un héroe vivo para sus compañeros, tal y como refiere la Asociación San Urbano es una persona humilde, poco amiga de exhibiciones públicas y al que el recuerdo de aquel accidente le sigue afectado emocionalmente. Un ejemplo de entrega, servicio y sencillez, para todos los compañeros y todos los ceutíes.
Hoy, en el 30 aniversario de su partida, Ceuta rinde homenaje a un héroe que dejó un legado de servicio y entrega, un legado que seguirá inspirando a las generaciones futuras de policías locales. Descanse en paz, Juan Carlos Arriaga Gómez.