La situación en Turquía y Siria sigue siendo desoladora, con miles de muertos tras los dos seísmos que han asolado estos territorios, Además de las incesantes búsquedas de posibles supervivientes, bajo las ruinas, la tarea de atender a los supervivientes heridos es colosal.
Julián Domínguez, jefe del Servicio de Medicina Preventiva y epidemiólogo, sigue cerca de Iskenderun en la Pensisula de Hatay, al sur del país, atendiendo a las decenas de miles de heridos y enfermos que continúan llegando al hospital de campaña que el Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta en Emergencias (START), también conocido como los "chalecos rojos" han instalado en la zona para ayudar a los damnificados.
Participarán más de setenta personas entre profesionales del Sistema Nacional de Salud, logistas y personal de la Oficina de Acción Humanitaria de la AECID, que lidera y coordina las misiones del equipo, Profesionales entre los que se cuenta Julián Domínguez.
Ha explicado que la situación es atroz. Atienden a unos 250 pacientes diarios, superando la capacidad logística de que dispone que marca un máximo de 200 pacientes/día. La mayoría de las personas viene para curar sus heridas. Muchas de ellas sucias de barro y tierra, en muy malas condiciones. Julián ha explicado que tuvieron que atender a una niña con heridas en las extremidades, que se habían infectado por la falta de higiene y condiciones mínimas.
Lo que no es de extrañar, puesto que, según cuenta el médico ceutí, hay muchas personas que están durmiendo en sus coches al carecer de cualquier otro refugio, Tal es la devastación de los hogares de estas personas, que su ciudad, "parece un pueblo fantasma".
Están empezando a aparecer enfermedades infecciosas -intestinales y dermatológicas, además del brote de sarna que sigue presente, muy típico en zonas de catástrofes- y se están comenzado a hacer estudio para controla si se está produciendo una epidemia, algo muy peligroso y probable dadas las condiciones que puede tener terribles consecuencias para los campamentos cercanos en los que se recoge a 400.000 refugiados.
También están atendiendo a muchas mujeres que, debido a que la instalaciones sanitarias del área no funcionan, no han podido tener atención obstétrica.
A esta situación hay que añadir el extremo frío que esta afectando la zona, a pesar de que el hospital de campaña español tiene calefacción pero que, cuando se oculta el sol, se deja notar con fuerza.
El presidente turco, Erdogán, definió esta situación como la mayor tragedia que ha vivido su país desde el gran terremoto de Erzincan, en 1939. A la luz de los hechos narrados por el doctor Domínguez, parece que no ha exagerado absolutamente nada.
Cruz Roja está realizando una campaña de recogida de fondos para ayudar a las víctimas de los terremotos en la que pueden colaborar aquí:
- Bizum al 33512
- SMS con la palabra TERREMOTO al 38088 (donación 3 euros)
- Llamadas al 900 104 971
- Otros canales de donación: www.cruzroja.es
