jueves. 25.04.2024

Vanesa Martín fue vista por última vez el día 6 de febrero en la Almadraba cuando se dirigía al Mercadona de esa zona para comprar leche para el más pequeño de sus tres hijos.

 

La búsqueda de la mujer de 38 años comenzaba una semana después, aunque la familia había puesto la pertinente denuncia en el plazo de 48 horas tras la desaparición. Tras dos días de reconocimientos de los lugares cercanos y las rutas por donde podría haber pasado la joven, se encontró el miércoles 13 de febrero un cadáver en un bunker en la playa junto al barrio de Vanesa, Juan XXIII.

 

Surgió una incertidumbre aún no resuelta sobre si la mujer, parcialmente quemada encontrada muerta en la playa era la joven desparecida. Muchos medios de comunicación se hicieron eco de una información que aseguraba que debido a las evidencias encontradas en el cuerpo, la teoría más plausible era que se tratase de Vanesa, aunque es un extremo que no se ha confirmado de momento, al no haberse concluido los análisis de ADN.

 

Unos análisis que necesita comparar las muestras de ADN tomadas el día 20 a cuatro miembros de la familia de Vanesa Martín, con las extraídas al cadáver de la playa para confirmar o descartar la identidad de los restos.

 

En este margen de tiempo la familia ha manifestado reiteradamente la falta de información, el abandono y la apatía con que las autoridades les están tratando. Una semana después de la toma de muestras, once días después de encontrarse el cadáver, aún no saben nada y permanecen en vilo, sin saber si se sigue buscando a Vanesa, o qué ocurre. Mucho tiempo en la oscuridad.

La familia de Vanesa Martín, a oscuras