viernes. 29.03.2024
DIWALI

"Limpiar la casa, limpiar la mente: eso es el Diwali"

El Centro VEDDH ha celebrado este lunes una sesión de yoga muy especial, al coincidir con la festividad del Diwali. Una fecha y una activida íntimamente conectadas, ya que el objetivo en ambos casos es "limpiar la casa, la mente", según nos cuenta la profesora de Yoga Pamela Kishore.

 

Pamela Kishore, profesora de yoga/ Dani Hernández
Pamela Kishore, profesora de yoga/ Dani Hernández

Hay países, culturas, religiones que parecen estar completamente de espaldas a otras. A veces, un simple viaje lo cambia todo. La historia del comercio mundial no habría sido lo mismo sin los viajes de Marco Polo a China; del viaje de Colón hacia la ruta a las indias se ha hablado hasta la saciedad y una de las primeras entradas de un occidental en La Meca se la debemos a un español, Domingo Badía "Ali Bey". Pero esto no solo ocurrió siglos atrás; también hace apenas décadas. A sus 68 años, el traductor Srila Prabuppada decidió viajar a los Estados Unidos para predicar la religión védica. Aquel viaje al coloso norteamericano abrió la puerta a millones de occidentales a unas teorías, unas formas de ver la vida, una religión que les era desconocida. Estábamos aún lejos de la época de los grandes medios de comunicación, de internet, de la inmediatez, pero algo había comenzado a cambiar. Sobre todo cuando el más sensible y extraño de un grupo de  cuatro muchachos de Liverpool, George Harrison, se interesó y entregó de lleno a la cultura védica. Esas formas de pensar ya estaban entre nosotros, pero rompieron el 'cascarón' mediático.

El Yoga, una mezcla de ejercicio físico y espiritual (tanto monta, monta tanto) se extendió como la pólvora por occidente. A miles de kilómetros de aquel New York al que llegó el traductor, a miles de kilómetros de la India, algo debíamos saber ya. Srila Prabhupada era apenas un niño cuando muchos de sus paisanos llegaban a Ceuta, procedentes de Gibraltar. Era a finales del siglo XIX, y en este lugar a mitad de camino entre todas las partes llegaba la 'cuarta cultura'.

Kishore, junto al resto de sus compañeras / Dani Hernández
Kishore, junto al resto de sus compañeras / Dani Hernández

Quizá por eso, palabras como "Diwali" no nos suenen tan extrañas, tan ajenas: son como la Navidad, el Yom Kippur o el Ramadán parte de un acervo común. La historia es conocida: los habitantes de Ayodhya celebran el triunfo de la luz sobre las sombras, el regreso victorioso de Krishna a la ciudad. Lo hicieron colocando velas al paso del monarca triunfante.

Pero Diwali es algo más que la fiesta de las luces. "Es como limpiar la casa y sacar la basura; es limpiar la mente y sacar lo malo fuera", define Pamela Kishore. Lleva ocho años en Ceuta, a donde llegó procedente de la India para abrir el Centro VEDDH. "Es la fecha más especial para el hinduismo", confirma.

Kishore explica que "hay conexiones entre la filosofía del yoga y la celebración del Diwali. En ambos casos, consiste en sacar lo malo de nosotros mismos, en desterrar los pensamientos negativos". Y el yoga "no es solo una actividad física, que también, sino espiritual".

Por ello, cada vez son más los adeptos -con independencia de la religión- de esta modalidad. Y este lunes, 24 de octubre, día de Diwali, tenía que ser especial. "Vamos a recitar los mantras, a hacer un aarti (ofrenda) a la diosa Lachmi", señala. Mientras, el grupo comienza a llegar. Para ellas, posiblemente, sea una sesión más de yoga. Pero van a asistir a una jornada muy especial: aquella en la que, al fin, la luz triunfa sobre las sombras...

"Limpiar la casa, limpiar la mente: eso es el Diwali"