Un 6 de febrero como este pero de hace 5 años Ceuta se enfrentaba a una de las mayores tragedias en materia migratoria vivida en sus costas. Un total de 15 migrantes perdían la vida cuando trataban de alcanzar la costa de la ciudad bordeando para ello el espigón fronterizo que separa el territorio marroquí del español.
Un lustro y ríos de tinta después, las causas del suceso siguen sin estar completamente claras, especialmente después de que el pasado verano la Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta determinara, por segunda vez, la reapertura de la causa, estimando la necesidad de intentar que testifiquen dos de los supervivientes del intento de entrada masiva en la ciudad de cerca de 300 personas que culminaba en el faltal desenlace. Ambos residen a día de hoy en Alemania.
De hecho, al reordenar la reapertura del caso fue esta una de las cuestiones que se recriminó a la instructora de la causa, que no hubiera intentado oir lo que estos testigos tenían que decir aludiendo como única causa que su residencia en Alemania no era legal, algo que a juicio de la Audiencia era soslayable.
La reapertura del proceso se producía a causa de los recursos presentados de las entidades que desde el momento de los hechos se centraron en la misma, CEAR y Coordinadora de Barrios, que en todo momento han insistido en la necesidad de determinar si el uso de material antidisturbios por parte de los agentes de la Guardia Civil que se encontraban en el lado español de la frontera fue determinante para el fallecimiento de estas 15 personas.
Entretanto, fuera del proceso judicial, el asunto sigue vivo también en su vertiente política. Hace apenas una semana Caballas llevaba a pleno una propuesta por la que requería que la Ciudad Autónoma que participara de forma institucional en la marcha en memoria de las víctimas, con la presencia de su presidente o de alguno de los miembros del Gobierno. Una propuesta que recibía la negativa por respuesta, señalando el portavoz del Grupo Popular que Ceuta no necesita reivindicar su dignidad “porque la supura por todos sus poros”. El portavoz señalaba, además, en aquel momento, que la ciudad no debe ser apuntada por el dedo de aquellos que dicen que se trata de un lugar insolidario cuando, insistía, ha dado ejemplos sobrados de lo contrario.