viernes. 26.04.2024
INCENDIO EN GARCÍA ALDAVE

Pesimismo entre los investigadores sobre la posibilidad de encontrar a los culpables

Una vez extinguido el fuego, queda por aclarar quien fue y que motivaciones tuvo. Algo que, según fuentes cercanas a la investigación, puede ser complicado. Las cámaras no funcionaron como debían, dicen, y la nocturnidad con la que se provocó el devastador incendio no ayuda a las tareas de identificación.

Efectivos de la Guardia Civil buscan elementos para determinar el origen del incendio/ Juanjo Coronado
Efectivos de la Guardia Civil buscan elementos para determinar el origen del incendio/ Juanjo Coronado

Viernes, 9 de septiembre. Los Bomberos y la Unidad Militar de Emergencias se emplean a fondo para tratar de extinguir un devastador incendio.  Mientras, algunos fotógrafos y periodistas andan por la zona de García Aldave, cuando algo llama la atención de algunos informadores. Es el 'rumor' de que el fuego ha sido provocado por una motocicleta ardiendo y lanzada convenientemente ladera abajo. No hay motocicleta, pero si la certidumbre de que el incendio pudo comenzar en un punto exacto: las pistas de tierra donde habitualmente el Ejército realiza ejercicios de tiro. De hecho, y a eso corresponde la fotografía que acompaña esta información, la Guardia Civil comienza a recoger restos de algo.

Ese algo no es un ciclomotor, sino indicios de que puede ser la 'zona cero', justo bajo el cuartel de la Legión. La Guardia Civil busca muestras de la zona para corroborar el punto de inicio y la presencia de acelerantes. Probablemente gasolina, pero también aceite, bencina o similares.

¿Ha podido comenzar eso bajo la pista de tierra del Tercio y de ahí extenderse al resto de la superficie quemada?. Es posible, pero no es la opción más probable. Un bombero: "hemos encontrado llamas en lugares donde no hay habitualmente presencia humana".

Mientras, la pregunta: quien fue y por qué. Para responder a la segunda, hace falta la primera. Y no parece que vaya a ser sencillo. Era de noche, y las cámaras "no dan imagen" de lo sucedido. Y una de ellas se encuentra a cien metros de lo ocurrido, desvela una fuente del Instituto Armado.

La única certeza: García Aldave ya no es lo que era. Y tardaremos, tal vez,  lustros en volver a verlo como un día fue.

Pesimismo entre los investigadores sobre la posibilidad de encontrar a los culpables