Puede parecer mentira, pero el coronavirus -o, mejor dicho, las medidas para evitar el contagio del mismo- han tenido consecuencias positivas en otros campos. Este invierno 2020/21 está siendo un año de mucho menor incidencia tanto en la gripe como en los rinovirus.
Esto, que por cierto ha sido aprovechado en no pocos foros negacionistas, tiene una explicación muy sencilla: las mascarillas, que no solo frena en parte la posible transmisión del virus hacia otras personas (recordemos: no protegen a quien la llevan, sino a los demás de lo que lleve el portador) sino que ha contribuido especialmente a que haya una menor incidencia de gripe y de rinovirus -resfriado común- en adultos y niños de a partir de seis años.
Lo explica el director territorial de INGESA, Jesús Lopera. No obstante, Lopera señala que la campaña de la gripe aún "no ha concluido", pero si confirma que la incidencia es menor debido al uso de mascarillas y distancia social.
