Lejos quedan aquellos años en los que la "Familia Telerín" o "Casimiro" nos indicaban a los niños de entonces que había que irse a la cama tras cenar. O aquellos otros en los que tras la emisión del "parte" o la radionovela de turno, a los padres de aquellos niños les llegaba también la hora de 'meterse en el sobre'. No es mejor ni peor; simplemente la sociedad cambia y, con ella, sus biorritmos.
Pero en cualquier caso, en lo que si podemos estar de acuerdo es que los jóvenes españoles duermen muy poco. De hecho, la Fundación Gasol contra la obesidad infantil -auspiciada, en efecto, por Pau y Marc- ha hecho público un estudio esta misma semana en la que se pone, negro sobre blanco, de manifiesto la escasa querencia de la juventud española por el sueño. Casi un 41% de los jóvenes españoles duermen menos horas de lo que debieran.
En Ceuta, los encuestados consideran que si. Que en efecto, la juventud duerme poco. Pero hay matices: los más mayores achacan eso a "las tablets, consolas y el móvil" mientras que los más jóvenes admiten que no duermen más de seis horas debido, entre otras cosas, a "la carga lectiva y la cantidad de deberes". Otro debate, sin duda, igual de interesante que el motivo por el que Morfeo y la juventud española no terminan de ser buenos amigos.
