Los episodios de violencia que se han sucedido en la zona de los Rosales, tras el crimen que acabó el pasado viernes con la vida de un joven de 15 años en el Puente del Quemadero son una cuestión que el vicepresidente segundo del Gobierno de Ceuta, Carlos Rontomé, ha calificado de "preocupantes" para el Ejecutivo, y una cuestión que ha asegurado que sabían que podía ocurrir.
Rontomé ha calificado la muerte de Ibrahim de "tragedia sin paliativos" subrayando que, aunque "un crimen es siempre un crimen" su impacto es aún mayor cuando se producen víctimas tan jóvenes. Ha recalcado que esta cuestión es competencia de la Delegación del Gobierno, como asunto de Seguridad Ciudadana, y que confía que la actuación de la Policía, que se ocupa de la investigación.
El Gobierno de la Ciudad llama a la calma señalando que "vamos a esperar que las fuerzas y cuerpos de Seguridad actúen y se produzcan las investigaciones para castigar a los culpables" A preguntas sobre la situación actual, ha señalado que no debe dar información, que pudiera poner en peligro las investigaciones policiales.
Finalmente, a preguntas de los periodistas, ha señalado que la Policía Local, aunque no sea su competencia, sigue apoyando al resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en labores de prevención del vandalismo, "como hace habitualmente".